
El atole es una de las bebidas más representativas de la gastronomía mexicana, especialmente durante la temporada invernal y las festividades decembrinas.
En los últimos años, variantes creativas como el atole de mazapán han ganado popularidad gracias a su sabor dulce, aroma característico y textura cremosa que fusiona tradición con un toque moderno. Esta preparación, inspirada en el famoso dulce de cacahuate, se ha convertido en una de las favoritas en cafeterías, ferias y hogares.
El mazapán mexicano —especialmente el elaborado a base de cacahuate— aporta un sabor distintivo que contrasta con el uso tradicional de chocolate, vainilla o frutas. Su incorporación al atole ofrece una bebida reconfortante y energética, ideal para acompañar panes, tamales o buñuelos.
Prepararlo en casa es sencillo, accesible y permite ajustar la dulzura y la intensidad del sabor según las preferencias de cada familia.

Ingredientes básicos para preparar atole de mazapán
La receta tradicional requiere pocos ingredientes, la mayoría fáciles de obtener:
- 5 mazapanes de cacahuate de tamaño regular
- 1 litro de leche (puede ser entera, deslactosada o vegetal)
- 1 taza de agua
- 3 cucharadas de fécula de maíz
- 1/2 taza de azúcar (opcional, según gusto)
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- Canela en raja, al gusto
Estos elementos permiten lograr la consistencia espesa y el sabor característico del atole, aunque pueden hacerse variaciones utilizando leche de almendra, leche evaporada o incluso sustitutos de azúcar para una versión más ligera.
Preparación paso a paso
Para comenzar, se deben triturar los mazapanes hasta obtener un polvo fino que se integrará fácilmente a la mezcla caliente. En un recipiente aparte, se disuelve la fécula de maíz en la taza de agua fría, lo que evitará que se formen grumos durante la cocción.
En una olla a fuego medio, se coloca la leche junto con la canela y la vainilla hasta que comience a calentarse sin llegar al punto de ebullición. Una vez caliente, se incorpora la mezcla de fécula de maíz en forma de hilo, moviendo constantemente con una cuchara o batidor de globo para obtener una textura homogénea.
Después, se añade el polvo de mazapán y, si se desea, el azúcar. La mezcla debe cocinarse durante cinco a 10 minutos, sin dejar de mover, hasta que alcance la consistencia espesa característica del atole. Finalmente, se retira la canela y se sirve caliente.

El atole de mazapán admite múltiples personalizaciones. Algunas personas agregan un toque de leche condensada para intensificar la cremosidad, mientras que otras prefieren añadir una pizca de sal para equilibrar el dulzor. Para una versión más gourmet, puede espolvorearse cacahuate tostado encima o incluso añadir un chorrito de rompope para consumo adulto.
Si bien el atole de mazapán es una bebida reconfortante y energética, su contenido calórico puede superar las 250 calorías por taza debido al azúcar, la leche y el cacahuate.
Por ello, los especialistas en nutrición recomiendan consumirlo con moderación, especialmente para personas con diabetes o que buscan controlar su ingesta de carbohidratos. Prepararlo con endulzantes alternativos o leches vegetales puede reducir significativamente su aporte calórico sin afectar su sabor.


