
La llegada de los frentes fríos exige una preparación especial en el hogar, especialmente en lo que respecta a la salud y la seguridad. Contar con un botiquín adaptado a las bajas temperaturas permite responder de manera eficaz tanto a enfermedades respiratorias como a lesiones menores y emergencias vinculadas al clima.
Con el avance de las bajas temperaturas en distintas regiones del país, autoridades de salud y protección civil recomiendan a la población preparar un botiquín especializado para atender emergencias comunes durante esta época del año.
De acuerdo con especialistas, un botiquín bien equipado puede marcar la diferencia en la atención oportuna de síntomas iniciales y en la seguridad de niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas, quienes suelen ser los más vulnerables durante los fríos intensos.

Entre los elementos básicos que debe incluir un botiquín invernal se encuentran medicamentos para tratar malestares respiratorios, como analgésicos y antipiréticos para controlar fiebre y dolor general; antihistamínicos para aliviar congestión y estornudos; y soluciones para la hidratación oral, útiles en casos de enfermedades que provoquen deshidratación. Aunque estos medicamentos suelen ser de libre venta, se recomienda adquirirlos bajo orientación profesional, especialmente cuando se trata de menores de edad o personas con tratamientos médicos previos.
Asimismo, se aconseja contar con termómetro digital, indispensable para identificar cuadros febriles y dar seguimiento a la evolución de enfermedades respiratorias. También debe incluirse un oxímetro, cuando sea posible, para monitorear la saturación de oxígeno, una medida importante en caso de infecciones como influenza o COVID-19.
Los materiales de curación forman otra parte esencial del botiquín. Vendas elásticas, gasas estériles, cinta adhesiva, algodón, solución antiséptica y parches adhesivos permiten atender cortaduras, irritaciones o accidentes menores que suelen presentarse en el hogar durante los fríos, especialmente cuando se utilizan calefactores o estufas. A estos insumos se suma la inclusión de una pomada para quemaduras, recomendada ante posibles accidentes leves con agua caliente o dispositivos de calefacción.
Durante los frentes fríos, también se incrementan los casos de irritación en piel y labios. Por ello, se sugiere integrar crema hidratante, ungüentos para labios partidos y loción corporal para prevenir resequedad extrema o dermatitis causada por el clima. Para quienes padecen asma u otros problemas respiratorios, es indispensable que el botiquín incluya inhaladores, cámaras espaciadoras y repuestos prescritos por su médico.

Otro componente relevante es una linterna con baterías, útil en situaciones de apagones que suelen registrarse durante el invierno, así como una lista de números de emergencia, incluyendo servicios médicos, protección civil y contactos familiares. También se recomienda contar con copia de documentos personales esenciales en caso de evacuaciones o eventos climatológicos severos.
Además de surtir el botiquín, es recomendable verificar las fechas de caducidad de todos los productos y mantenerlos dentro de una caja o estuche resistente, en un lugar fresco, seco y de fácil acceso. Es importante recordar que este botiquín no sustituye la atención médica profesional, por lo que ante síntomas graves, dificultad para respirar o fiebre persistente se debe acudir a un centro de salud.
Con una adecuada preparación y un botiquín completo, las familias pueden enfrentar de manera más segura los efectos de los frentes fríos, reduciendo riesgos y protegiendo la salud durante la temporada invernal.


