
La violencia criminal en Uruapan ha quedado expuesta tras el asesinato de Carlos Alberto Manzo Rodríguez, presidente municipal en el estado de Michoacán, quien fue atacado a balazos la noche del primero de noviembre, pese a contar con la protección de al menos catorce elementos de la Guardia Nacional.
El hecho ocurrió durante un evento público, donde los agresores aprovecharon para acercarse al funcionario, quien en repetidas ocasiones había denunciado y pedido ayuda a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y al secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, por la la presencia de organizaciones delictivas en la región.
De acuerdo a la información proporcionada por la Fiscalía General de la República (FGR) y las consultas que realizó Infobae México al experto en seguridad, David Saucedo, en Uruapan operan al menos cinco grupos criminales.
Entre los grupos con mayor presencia destaca el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), cuya influencia quedó evidenciada el pasado veintisiete de agosto, cuando el propio Manzo anunció la detención de René Belmontes, alias El Rino o El Chamuco, identificado como presunto jefe de plaza de una organización criminal. En la fotografía difundida por Manzo, el detenido portaba equipo con las siglas CJNG.
La ciudad también ha sido escenario de actividades de Los Caballeros Templarios, grupo cuyo antiguo líder fue extraditado a Estados Unidos, donde actualmente enfrenta procesos judiciales. La presencia de esta organización ha dejado una huella significativa en la dinámica delictiva local.
Otro actor relevante es Los Viagras, señalados por su participación en ataques armados contra figuras públicas. Entre los hechos atribuidos a este grupo se encuentran el asesinato de Hipólito Mora en junio de 2023 y el de Alejandro Torres Mora, sobrino de Hipólito. Además, Los Viagras han establecido redes de internet que les han permitido exigir pagos a autoridades locales bajo amenazas de muerte, y se les vincula con el tráfico de metanfetamina y cocaína hacia Estados Unidos.

En fechas recientes, la organización Los Blancos de Troya ha sido relacionada con el homicidio de Bernardo Bravo, líder limonero asesinado el veinte de octubre. Este hecho ha reforzado la percepción de que la disputa entre grupos criminales por el control territorial y económico en Uruapan se mantiene activa y violenta.
La lista de organizaciones con presencia en el municipio se completa con Cárteles Unidos, grupo que, junto con Los Viagras, fue sancionado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Las autoridades estadounidenses atribuyen a Cárteles Unidos la producción de opioides sintéticos destinados al mercado estadounidense, así como actividades de extorsión y violencia extrema.


