
El sencillo acto de colocar una hoja de laurel en la puerta de la casa ha trascendido la mera decoración para convertirse en un símbolo de protección y equilibrio emocional en numerosos hogares.
Esta costumbre, que fusiona tradiciones ancestrales con interpretaciones contemporáneas, se ha consolidado como un ritual que delimita el espacio íntimo y refuerza la sensación de refugio.
Y es que laurel es una planta aromática de hoja perenne cuyo nombre científico es Laurus nobilis que se caracteriza por sus hojas verdes, duras y brillantes y que desprenden un aroma intenso.
Son ampliamente utilizadas como condimento en la cocina, especialmente en guisos, sopas y salsas, pero también poseen un importante valor estético y simbólico, del cual te contamos.

De dónde viene la tradición de colocar las hojas de lauren en la puerta y que beneficios brinda esta practica milenaria
Más allá de su uso culinario, el laurel tiene una larga historia en la cultura occidental, donde fue símbolo de victoria y honor en la antigua Grecia y Roma, donde las coronas de laurel se empleaban para distinguir a vencedores de competencias y personajes ilustres.
Además, de acuerdo con algunas tradiciones populares, a esta planta se le atribuyen propiedades protectoras y energéticas, razón por la cual ha sido utilizado históricamente en coronas y ramos verdes situados en los accesos de las viviendas.
Es así que esta práctica, lejos de limitarse a su valor ornamental, se ha resignificado en la actualidad como un recordatorio de calma y orden en el entorno personal.
En la vida cotidiana, la presencia de elementos naturales como ramas secas, flores o hierbas en la entrada del hogar contribuye a generar una sensación de alivio y transición.
El gesto de cruzar la puerta y encontrarse con una hoja de laurel puede funcionar como un pequeño ritual para dejar atrás el estrés diario y favorecer un clima de serenidad.

Por su parte, el laurel también aporta un componente estético pues su tonalidad verde oscuro o dorada, dependiendo del grado de secado, introduce un matiz natural y discreto en la entrada, evocando la intención de mantener un ambiente de respeto y tranquilidad en el hogar, de acuerdo con sitios especializados de decoración.
Por último, desde la perspectiva de la práctica china del Feng Shui, el laurel adquiere un significado especial donde la planta es valorada por su capacidad para equilibrar la energía de los ambientes.
Cada elemento natural, según esta disciplina, posee una vibración energética particular que incide en el bienestar del entorno. De esta menera, el laurel, gracias a su aroma y a su simbolismo ancestral, se asocia con la protección, la limpieza energética y la atracción de buenas vibraciones.

Así, la costumbre de colgar una hoja de laurel en la puerta integra dimensiones históricas, emocionales y energéticas, consolidándose como un gesto que trasciende la superstición o la simple decoración para convertirse en un acto de protección y bienestar cotidiano.


