
El coordinador del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Senado, Manuel Añorve Baños, aseguró que los niños y jóvenes sicarios son el resultado directo de la política de “Abrazos y no balazos” impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Durante una rueda de prensa, el legislador priista responsabilizó al actual gobierno y a su sucesora, la presidenta Claudia Sheinbaum, de haber generado un entorno de impunidad que ha derivado en violencia y descomposición social.
Añorve hizo referencia al caso del presunto joven sicario que asesinó al alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, afirmando que su perfil es reflejo del fracaso de la estrategia de seguridad de Morena.“Ese joven tenía 10 años cuando arrancó el periodo de López Obrador; toda su adolescencia la vivió bajo la política de ‘abrazos y no balazos’”, enfatizó el senador. “Creció viendo cómo los criminales eran liberados y cómo delinquir no tenía consecuencias”, agregó.
Impulsar la impunidad, el error del sexenio, acusa el PRI
El coordinador priista insistió en que la llamada Cuarta Transformación fomentó una cultura de impunidad y permisividad hacia el crimen organizado, enviando un mensaje equivocado a los jóvenes de México.“La liberación de Ovidio Guzmán fue un símbolo poderoso: los delincuentes vieron que podían desafiar al Estado y no pasaba nada”, declaró Añorve. “Esa es la realidad que viven los jóvenes hoy, una generación que creció sin consecuencias y sin ejemplos de justicia”.
El senador afirmó que el actual gobierno “sembró impunidad” y que ahora, con Sheinbaum en el poder, “cosecha violencia”. Asimismo, criticó que las autoridades sigan hablando de “atacar las causas” del crimen sin ofrecer resultados tangibles:

“Han pasado seis años desde que Morena llegó al poder y lo único que ha crecido es la inseguridad. Los jóvenes siguen viendo en el crimen una vía para mejorar su estatus social, porque el gobierno les falló”.
Una generación marcada por la violencia
Añorve alertó que el país enfrenta una generación de niños y adolescentes reclutados por el crimen organizado, producto del abandono institucional y la falta de oportunidades.El legislador sostuvo que la estrategia de seguridad de AMLO fue un “gran error histórico”, pues envió señales de complacencia a los grupos criminales y debilitó la confianza en las fuerzas del orden.
Finalmente, pidió al gobierno federal replantear la política de seguridad nacional y reconocer los efectos de su modelo fallido.“El país no necesita abrazos al crimen, necesita justicia, educación y Estado de Derecho”, concluyó.


