
La guayaba es una fruta tropical que ha ganado un lugar destacado en la alimentación de muchas familias mexicanas. Su combinación de sabor agradable y ventajas nutricionales la convierte en una opción recomendada durante gran parte del año. Su incidencia en los mercados se incrementa en las estaciones de otoño e invierno, cuando, además de ser más abundante, su valor económico alcanza niveles especialmente favorables.
Originaria de América, la guayaba presenta una forma redonda y piel que puede ser verde o amarilla, dependiendo de la variedad; en el interior, su pulpa puede ser rosada, blanca o amarilla, siempre acompañada por pequeñas semillas comestibles. En México, los estados de Michoacán, Aguascalientes y Zacatecas son reconocidos por ser los principales productores, y su cultivo se ha adaptado a distintas regiones del país, asegurando su presencia constante en la dieta nacional, de acuerdo con El Poder del Consumidor.
La gastronomía mexicana ha sabido integrar la guayaba en diversas preparaciones. Es común encontrarla fresca, como parte de ensaladas, en salsas agridulces o combinada con carne. En la época decembrina, esta fruta es protagonista del tradicional ponche, en donde se mezcla con caña, tejocote y especias.

A nivel nutricional, la guayaba destaca por ser una de las frutas con mayor concentración de vitamina C, superando incluso a la naranja en este apartado. Esta característica la convierte en una aliada importante para el fortalecimiento del sistema inmunológico y la prevención de enfermedades respiratorias, sobre todo en los meses más fríos del año. Además de la C, la fruta contiene vitamina A, esencial para mantener la salud visual.
El aporte de antioxidantes, como el licopeno, confiere a la guayaba la capacidad de proteger a las células frente al daño oxidativo. Este beneficio cobra relevancia en la prevención de enfermedades crónicas y en la promoción de un organismo más saludable. Complementan su perfil nutricional minerales como el potasio, que es necesario para regular la presión arterial, y el magnesio, de importancia en el funcionamiento tanto muscular como nervioso.
Uno de los aspectos más destacados de la guayaba es su contenido de fibra. Este elemento dietético contribuye a un mejor tránsito intestinal y resulta útil para prevenir el estreñimiento.

Por su bajo índice glucémico, la guayaba está recomendada para quienes buscan una alimentación equilibrada, especialmente personas con diabetes o interesadas en controlar su peso. Las propiedades antiinflamatorias que se le atribuyen suman atractivos para distintos perfiles de consumidores.
Consumir guayaba no implica complicaciones: puede comerse fresca, en rodajas o mordidas. Las bebidas a base de esta fruta, como jugos y licuados, representan una alternativa sencilla y nutritiva que se adapta a preferencias individuales. Su versatilidad permite disfrutarla sola o incorporada a recetas variadas. Recuerda consultar a un profesional de la salud antes de hacer cualquier cambio en tu dieta.


