
La vigilancia ambiental cobra fuerza en México frente a la proximidad de las celebraciones navideñas, al activarse un dispositivo orientado a impedir tanto daños ecológicos irreversibles como perjuicios económicos para el país. La importación de árboles de Navidad naturales representa cada año un riesgo tangible de ingreso de plagas forestales exóticas, que pueden afectar a los ecosistemas nacionales.
Por esto, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) puso en marcha el “Operativo de Verificación e Inspección a la Importación de Árboles de Navidad” correspondiente a la temporada 2025, con actividades comprendidas entre el cuatro de noviembre y el cinco de diciembre.
Centrando su accionar sobre los principales cruces fronterizos del norte, el operativo realiza inspecciones en puntos como Tijuana y Mexicali, Baja California; Piedras Negras, Coahuila; Zaragoza, Chihuahua; Colombia, Nuevo León; San Luis Río Colorado y Nogales, Sonora; además de Reynosa y Nuevo Laredo, Tamaulipas, que reciben ejemplares provenientes de Estados Unidos.
El procedimiento de revisión, conforme a la Norma Oficial Mexicana NOM-013-SEMARNAT-2020, requiere la aplicación de medidas fitosanitarias sobre árboles de los géneros Pinus, Abies y la especie Pseudotsuga menziesii.
De acuerdo con información de la Profepa, los especialistas realizan tanto inspecciones visuales como muestreos y análisis de laboratorio para buscar señales de organismos cuarentenarios o enfermedades en los árboles.
Cuando se detectan organismos catalogados como riesgosos, los ejemplares se retienen o devuelven al país exportador, según el resultado de la evaluación técnica emitida por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
La coordinación del operativo se encuentra a cargo de la Dirección General de Verificación e Inspección Ambiental en Puertos, Aeropuertos y Fronteras de la Profepa, que trabaja de manera conjunta con sus representaciones estatales y la Secretaría de Economía, entidad encargada de validar los registros de verificación.

El énfasis de este seguimiento obedece a una razón de fondo: México es uno de los principales reservorios mundiales de especies de pino, lo que significa que la llegada de una plaga exótica, especialmente de interés cuarentenario, podría tener consecuencias ecológicas severas y provocar importantes pérdidas económicas a cadenas de valor forestales y agrícolas.
Basta recordar que, durante 2024, la Profepa verificó 567 mil 330 árboles importados desde Estados Unidos.
Desde hace más de dos décadas, la Profepa señala haber contenido la entrada de patógenos peligrosos que harían mella en los sistemas forestales mexicanos, impulsando tanto la calidad de los productos forestales que ingresan al país como la competitividad del sector en los mercados exteriores. Así, la autoridad ambiental asegura el cumplimiento de la normativa vigente y protege tanto la biodiversidad como la economía nacional, en una temporada donde la tradición y la protección ambiental confluyen.


