
El inicio del periodo de El Buen Fin suele llenar los escaparates físicos y digitales de anuncios que prometen grandes oportunidades. La algarabía del evento es inconfundible, pero para sacar verdadero provecho y evitar frustraciones al momento de pagar, conviene entender bien la diferencia entre los conceptos de oferta y promoción.
La explicación para distinguir ambos términos, presentada en la edición de noviembre de la Revista del Consumidor de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), es clara: una oferta corresponde a una reducción directa y explícita sobre el precio de un producto o servicio. Si ves un televisor de 15 mil pesos en 10 mil pesos durante un tiempo limitado, se trata de una oferta, cuyo atractivo radica en la claridad y en la vigencia restringida.
Por otro lado, la promoción implica otros elementos además del precio. Puede tratarse de una acción que combina regalos, bonificaciones o beneficios adicionales, como “compra uno y el segundo al 50%” o la entrega de algún obsequio con la compra principal. También pueden aparecer condiciones, como solicitar que el pago se haga con determinada tarjeta o banco específico. Estas variantes buscan atraer a las personas mediante incentivos, no necesariamente mediante una rebaja simple.

Un punto relevante que la revista subraya es el de las condiciones aplicadas a las promociones. Muchas veces, su atractivo depende de requisitos adicionales, como pagar solo con ciertos medios. Una promoción puede parecer muy tentadora, pero si depende de factores externos, la experiencia de compra cambia; por ello, siempre se debe leer la letra pequeña y consultar si se cumplen los requisitos.
En El Buen Fin resulta fundamental entender lo que cada tienda ofrece en su publicidad. Las personas consumidoras pueden así elegir mejor, evitando caer en falsas expectativas. Una de las recomendaciones que destaca la publicación de la Profeco es comparar precios antes de tomar cualquier decisión, revisando tanto en línea como en tiendas físicas.
Para prevenir malos entendidos, la revista aconseja revisar cuidadosamente las condiciones de cada oferta y promoción. Comprender si existen restricciones, límites de unidades disponibles o exigencias sobre el método de pago es esencial antes de concretar una compra, para así evitar sorpresas en la caja o después.

Otro consejo subraya que la mejor compra es siempre la planeada. Un precio atractivo puede resultar inútil si el producto o servicio no resulta necesario o cumple con los estándares de calidad esperados. Además, la Profeco recuerda que todo producto adquirido durante este periodo debe respetar los derechos del consumidor, como una garantía mínima de noventa días a partir de la entrega.
La campaña del Buen Fin tiene fechas específicas, del jueves 13 al lunes 17 de noviembre. Si una tienda publica supuestas rebajas o promociones fuera de esos días, ya no se consideran parte del programa, lo que puede resultar engañoso. Es conveniente comprobar que los descuentos que se publicitan cumplen con los criterios de la campaña oficial.


