
Un video que circula en TikTok ha tocado los corazones de miles de internautas al mostrar a un hombre en situación de calle rindiendo tributo a sus seres queridos fallecidos.
Sin recursos materiales, pero con gran devoción, improvisó una ofrenda de Día de Muertos bajo un puente de la Ciudad de México, logrando emocionar y generar solidaridad entre los usuarios de redes sociales.
En la grabación, difundida por la usuaria @breendams96, se aprecia cómo el hombre utilizó un pedazo de cartón para escribir los nombres de las personas que marcaron su vida y ya no están. Debajo del improvisado altar colocó veladoras encendidas, calaveritas de azúcar, flores de cempasúchil y algunas frutas, todo dispuesto con cuidado sobre un mantel decorado con motivos de la festividad.

El gesto conmovió por su sencillez y profundidad, ya que, a pesar de no tener fotografías ni lujos, el hombre decidió honrar a quienes partieron con lo poco que tenía a su alcance. Para muchos usuarios, este acto refleja el verdadero espíritu del Día de Muertos: recordar con amor, sin importar las circunstancias.
El video, que ya supera los dos millones de reproducciones, fue grabado en el puente de Eje 5 Norte, sobre Insurgentes Norte, cerca de la calle Montevideo. Los comentarios no tardaron en inundar la publicación con mensajes de admiración, tristeza y empatía. “Me partió el corazón”, escribió uno de los internautas que aseguró haber presenciado el altar en persona. Otros usuarios comenzaron a preguntar por la ubicación exacta para poder acudir y llevarle velas, flores o alimentos, con el propósito de ampliar la ofrenda y acompañar al hombre en su homenaje.
Algunos destacaron la capacidad del protagonista para mantener viva una tradición tan importante a pesar de sus limitaciones económicas, mientras que otros señalaron que su acción debería servir como ejemplo de fe y respeto hacia los difuntos.
El Día de Muertos, celebrado cada 1 y 2 de noviembre, tiene como propósito recordar a quienes han fallecido mediante ofrendas llenas de símbolos, colores y aromas. Sin embargo, este caso demuestra que no se necesita abundancia para rendir homenaje, sino un corazón dispuesto a recordar.


