
En medio de la guerra interna que ha sumido a Sinaloa en una espiral de violencia y desplazamientos, la periodista Anabel Hernández reveló que Iván y Alfredo Guzmán Salazar, conocidos como Los Chapitos, habrían abandonado su estado natal y buscado refugio fuera del país, impulsados por supuesto temor a la figura de Fausto Isidro Meza Flores, alias El Chapo Isidro, líder del Cártel de Guasave.
De acuerdo con la información de la periodista en su podcast Narcosistema, fuentes cercanas a la estructura de Los Chapitos aseguran que desde febrero pasado los principales líderes de esta facción abandonaron Sinaloa, luego de que Iván Archivaldo lograra escapar de un operativo en febrero.
Según la autora del libro Los Señores del Narco, se especula que los hermanos Guzmán Salazar estarían escondidos en tres lugares: Sonora o Querétaro, en México; o bien en Costa Rica.
“Todo apunta a que [Iván y Alfredo Guzmán] no están en el estado de Sinaloa, porque temen no tanto a Mayito Flaco, sino principalmente a un enemigo que ahora es mayor: Fausto Isidro Mesa Flores”, subrayó.

La razón central de la huida, según Hernández, es la amenaza concreta y creciente que representa para ellos el antiguo operador de los Beltrán Leyva.
Aprovechando la ruptura profunda y el desgaste entre Los Chapitos y La Mayiza (la facción de los Zambada), Meza Flores ha extendido su control territorial y consolidado alianzas con Ismael Zambada Sicairos (“Mayito Flaco”). Las estructuras tradicionales del narco han visto, en esta coyuntura, cómo antiguos bastiones considerados intocables han pasado a manos de la federación criminal encabezada por Isidro.
Este reacomodo ha venido acompañado de un aumento en la violencia. Uno de los episodios más recientes, atribuido a El Chapo Isidro, fue el ataque con un dron cargado de explosivos contra la “Casa Rosa” en La Tuna, Badiraguato, residencia de María Consuelo Loera Pérez, madre de Joaquín “El Chapo” Guzmán y abuela de Los Chapitos, fallecida en 2023.
¿Los Chapitos se devalúan?

En paralelo a la presión de sus rivales, Los Chapitos experimentan otra realidad desfavorable: para el gobierno de Estados Unidos, su captura o colaboración han dejado de ser prioridad.
De acuerdo con Anabel Hernández, tras la entrega y colaboración judicial de Joaquín Guzmán Loera y Ovidio Guzmán López, el Departamento de Justicia consideraría que la información útil ya ha sido explotada al máximo y los hermanastros ya no tendrían nada qué ofrecer.
La periodista afirma que, a nivel estratégico, su arresto o procesamiento ya no tendría el impacto esperado y, dado el costo que implicaría, “todo indica que, incluso para el gobierno de Estados Unidos y el de México, los hermanos Iván y Alfredo Guzmán Salazar serían más útiles muertos que vivos”, afirma la escritora.


