
La presidenta Claudia Sheinbaum sostuvo este lunes un encuentro con la secretaria de Agricultura de Estados Unidos, Brooke Rollins, en Palacio Nacional, en medio de un notable despliegue de seguridad.
La funcionaria estadounidense arribó al recinto histórico alrededor de las 14:48 horas, donde también se dieron cita el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Julio Berdegué, y el subsecretario Leonel Cota.
De acuerdo con lo informado por la propia mandataria durante su conferencia matutina, la reunión fue solicitada por Rollins para abordar directamente el cierre de la frontera estadounidense al ganado mexicano, derivado de la detección del gusano barrenador.
Sheinbaum precisó que antes del encuentro político se desarrollaron reuniones de carácter técnico entre la delegación estadounidense y funcionarios de la Secretaría de Agricultura.
La presidenta adelantó que su posición será insistir en la reapertura del paso fronterizo, al considerar que el cierre afecta tanto a productores mexicanos como a importadores estadounidenses.
Explicó que el gobierno federal ha implementado diversas acciones sanitarias y de vigilancia para atender la contingencia, por lo que confía en que haya una solución pronta basada en la cooperación bilateral.
Sheinbaum subrayó que México busca dejar clara la serie de esfuerzos realizados en materia de control sanitario, mientras que la parte estadounidense expondrá las condiciones que considera necesarias para reactivar el intercambio ganadero.
Crisis en el sector agrícola
Mientras el Gobierno federal intenta destrabar el conflicto fronterizo con Estados Unidos, productores mexicanos alertan sobre una crisis agrícola sin precedentes.
Organizaciones del campo han iniciado bloqueos y manifestaciones en entidades como Sinaloa y Guanajuato ante la ausencia de políticas públicas que mitiguen el impacto del alza de costos y la caída del precio internacional de los granos.
Datos del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) señalan que los costos de producción se han incrementado 46% en los últimos cinco años, mientras que los precios internacionales han caído más del 40% desde 2022.
En cultivos como el maíz blanco en Sinaloa, los costos por hectárea se elevaron de 35 mil 984 pesos en 2020 a 52 mil 901 en 2025, lo que redujo los márgenes de ganancia de más del 50% a solo 12%, según su director, Juan Carlos Anaya.
Actualmente México depende en más de la mitad de las importaciones para abastecer su demanda alimentaria, produciendo apenas 49% del maíz que consume, 20% del trigo y del arroz, y solo 5% de las oleaginosas.
Los productores acusan la eliminación de mecanismos de comercialización como el Ingreso Objetivo y la Agricultura por Contrato, lo que ha dejado sin respaldo a miles de agricultores medianos.
Señalan además que los recursos federales se concentran en programas asistenciales que no resuelven los problemas estructurales del campo.
El GCMA advierte que el país enfrenta “la tormenta perfecta” en el sector agroalimentario y urge a redirigir el presupuesto hacia incentivos productivos, innovación tecnológica y esquemas que den certidumbre comercial.
Según el organismo, sin una estrategia integral, la autosuficiencia alimentaria seguirá debilitándose, aumentando la dependencia del exterior en un contexto de volatilidad global.


