
El Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha endurecido su política frente al uso intensivo de efectivo en México, al establecer un nuevo impuesto que impactará a quienes realicen depósitos en efectivo superiores a 15,000 pesos mensuales.
Esta medida, confirmada por el organismo tributario, introduce un recargo del 3% sobre el monto que exceda ese límite, con el objetivo de fortalecer la transparencia financiera y reducir la circulación de dinero no declarado en el sistema económico nacional.
Sin embargo, la decisión del SAT ha generado inquietud entre pequeños comerciantes y profesionistas independientes, quienes temen que la nueva disposición afecte sus operaciones cotidianas.
Y es que muchos aún tienen duda sobre cuánto podría retenerles el SAT en caso de que violen esta disposición, sobre lo cual te contamos a continuación.

¿Hasta cuánto dinero podría quitarte el SAT si incumplen el límite establecido?
Como mencionamos, el SAT ha reiterado que la medida forma parte de una estrategia más amplia del gobierno federal para combatir la evasión y fomentar la formalidad en las transacciones económicas.
En este caso, el mecanismo de aplicación del impuesto es directo y puede calcularse de la manera siguiente:
La disposición señala que cualquier depósito en efectivo que supere los 15,000 pesos en un mes estará sujeto a un cargo adicional del 3% sobre el excedente.
Por ejemplo, si una persona deposita 25,000 pesos en efectivo en un solo mes, el monto gravado será de 10,000 pesos, lo que resultará en un recargo de 300 pesos, que será retenido automáticamente por la institución bancaria y reportado de inmediato al SAT.
Las instituciones financieras desempeñarán un papel central en la implementación de esta política. Los bancos están obligados legalmente a reportar al SAT todos los movimientos en efectivo que superen el umbral de 15,000 pesos mensuales.
Además, deberán enviar cada mes reportes detallados sobre los cuentahabientes que hayan rebasado ese tope en depósitos físicos. En caso de detectar patrones inusuales o recurrentes, los bancos tienen la facultad de solicitar documentación que justifique el origen de los recursos, reforzando así la colaboración directa con la autoridad fiscal.
El SAT, por su parte, puede requerir información adicional en cualquier momento, especialmente si los depósitos en efectivo no coinciden con los ingresos previamente declarados por el contribuyente.
En situaciones que despierten sospechas, la autoridad está facultada para iniciar auditorías fiscales completas, lo que incrementa la vigilancia sobre las operaciones en efectivo y busca desalentar prácticas que puedan estar vinculadas a la evasión o al lavado de dinero.
A pesar de que muchos se encuentran preocupados por la nueva disposición, la autoridad fiscal sostiene que la intención principal no es sancionar, sino incentivar el cumplimiento voluntario de las obligaciones fiscales.


