
El Gobierno de la Ciudad de México y representantes del transporte público concesionado acordaron un incremento de 1 peso con 50 centavos a la tarifa de microbuses, combis y autobuses, con el objetivo de ofrecer un servicio más eficiente y de calidad, además de atender las necesidades de los operadores sin afectar de manera significativa la economía de los usuarios.
El acuerdo fue resultado de las mesas de trabajo realizadas entre las secretarías de Gobierno (SECGOB), Administración y Finanzas (SAF) y Movilidad (Semovi) con integrantes del sector transportista.
El aumento será oficial una vez publicado en la Gaceta de la Ciudad de México, y los concesionarios deberán exhibir de manera visible la nueva tarifa en sus unidades, bases y terminales; de no hacerlo, la actualización no tendrá efecto.

Con el ajuste, las tarifas quedarán de la siguiente forma:
Microbuses y combis:
7.50 pesos los primeros 5 kilómetros
8 pesos de 5 a 12 kilómetros
9 pesos más de 12 kilómetros
Autobuses:
8.50 pesos los primeros 12 kilómetros
9.50 pesos más de 12 kilómetros
Corredores
9.50 pesos
El Metrobús, por su parte, mantendrá su tarifa sin cambios en 6 pesos.
Compromisos y condiciones para transportistas
Como parte del acuerdo, los concesionarios y permisionarios deberán cumplir una serie de compromisos para garantizar un servicio más seguro y digno. Entre ellos se incluye portar licencia tipo “C” vigente y visible, retirar vidrios polarizados, contar con seguro de responsabilidad civil vigente y mostrar el número de placa en la cromática de cada unidad.
Asimismo, las unidades deberán someterse a revisiones periódicas para verificar el correcto funcionamiento de luces, puertas, llantas, frenos y dispositivos de seguridad como cámaras, botones de auxilio y GPS.
Para mejorar la imagen y atención al usuario, los operadores deberán vestir uniforme —pantalón oscuro y camisa blanca—, mantener limpias las unidades y participar en programas de capacitación promovidos por la Semovi.

Antecedentes del aumento
Antes de llegar a este acuerdo, la Fuerza Amplia de Transportistas (FAT) había solicitado un incremento de dos pesos y un subsidio al combustible, argumentando que los costos de operación se habían elevado considerablemente. La FAT, que agrupa a cerca de ocho mil operadores, advirtió sobre posibles bloqueos en distintos puntos de la ciudad si sus demandas no eran atendidas.
Finalmente, tras la reunión de este 31 de octubre, el gremio aceptó el incremento de 1.50 pesos, dejando en pausa las movilizaciones previstas. El gobierno capitalino reiteró su disposición a mantener el diálogo con los transportistas para continuar mejorando las condiciones del sector.


