
La polémica que rodea a Ángela Aguilar por su versión de “La gata bajo la lluvia” convertida a “Invítame a un café” continúa creciendo tras los cuestionamientos públicos del reconocido compositor Manu Moreno.
El músico argentino, ganador del Latin Grammy y autor de éxitos interpretados por artistas como Los Tigres del Norte, Alejandro Fernández y Gloria Trevi, sostuvo una entrevista con Javier Ceriani en la que profundizó sus críticas sobre la manera en que Aguilar y su equipo registraron legalmente la famosa canción—escrita originalmente por Rafael Pérez Botija e interpretada por Rocío Dúrcal—bajo el nuevo título “Invítame a un café”, sin hacer cambios sustanciales en la letra o la melodía, solo alterando el nombre para poder utilizarla como propia y sumar nuevos créditos de autoría.
“No creaste la canción”

Durante la charla, Manu Moreno fue tajante al descalificar la aparición de Ángela Aguilar entre los autores de la nueva versión. “Lo que no está bien es que no se cambió nada de esa versión. O sea, la letra igual, no se agregó melodía, no se agregó letra, no se quitó. Entonces, ¿por qué están ahí como compositores?”, expresó Moreno, dejando claro que el simple cambio del título y la obtención de permisos legales no justifican la inclusión de nuevos nombres en los créditos autorales.
Moreno añadió que esta táctica se ha hecho habitual en la industria: “Es una práctica que está más que normalizada en el medio musical, y eso es lo grave”.
Según el compositor, la clave del problema está en que los artistas establecidos, para grabar un tema, exigen porcentajes como condición y así aseguran ingresos, premios y posicionamiento editorial sin necesariamente aportar creatividad genuina.
“Le dan el premio como compositor aparte, cuando no es compositora”, sentenció sobre el reconocimiento institucional otorgado a Aguilar, en alusión directa al Premio Musa Elena Casals que recibió hace un par de semanas.
El entrevistador, Javier Ceriani, recordó que tras la controversia inicial por la autoría de “Invítame a un café”, el equipo de Ángela Aguilar registró otras 14 canciones adicionales bajo su nombre en las bases de datos de ASCAP, aunque la mayoría sigue sin existir públicamente en discos ni plataformas digitales.

Moreno respaldó la sospecha y señaló que no es inusual registrar temas para “cubrirse legalmente”, pero remarcó que esto no convierte a alguien en compositor real: “Muy probablemente Ángela lo que hizo fue registrar en ASCAP las canciones para que ahí queden, pero son canciones que todavía no han salido o no se grabaron; muy probablemente no se grabarán tampoco”.
Sobre el Premio Musa, Manu Moreno se mostró perplejo por el hecho de que, sospechosamente, solo Aguilar haya sido reconocida, a pesar de compartir créditos con otros artistas y productores.
“Ángela Aguilar recibió el premio por esa canción, ¿y los demás que están ahí no eran compositores también de la canción?… Steve Aoki y los otros que están ahí, ¿por qué no recibieron el premio ellos también?”, subrayó.
Describió cómo artistas o productores, como en este caso Ángela Aguilar pueden sumarse a los créditos oficiales aún cuando su participación real fue, en el mejor de los casos, nula o irrelevante para la creación de la melodía y la letra. “¿Por qué te vas a poner tú ahí como compositor si no creaste la canción?”, cuestionó.
Moreno reiteró que, aunque no sea delito modificar el título o registrar una versión con permiso, la ética profesional y el respeto a la obra autoral debería prevalecer.
Pide regular

A lo largo de la entrevista, Manu Moreno explicó que la problemática va mucho más allá de Ángela Aguilar y se repite con frecuencia en la industria tanto a nivel latinoamericano como internacional.
Moreno también dio ejemplos históricos para demostrar que este tipo de presiones y arreglos no son nuevos. Recordó cómo Elvis Presley, grandes artistas estadounidenses y hasta figuras actuales han exigido porcentajes a los verdaderos compositores con tal de grabar un éxito.
“Somos los que menos ganamos de todos en la cadena de la industria musical. Cuando un artista finalmente te va a grabar una canción, te pide un porcentaje, entonces realmente esto está matando esta hermosa profesión”, lamentó el compositor.
El compositor argentino hizo hincapié en cómo la avalancha de canciones que se suben diariamente a plataformas tiene efectos negativos en la transparencia, el control y la repartición justa de regalías.
Explicó que pueden existir diferencias significativas de créditos de una plataforma a otra, que a menudo se dan malas atribuciones, omisiones y, en general, poca claridad: “Se suben 120 mil canciones por día a Spotify. Son tres millones seiscientas mil canciones nuevas cada mes. Es una locura.”
Además, manifestó: “Hay mucha desprolijidad en eso, pero tiene que ver con cómo se maneja cada plataforma. Lo importante es dónde está registrado y cómo está registrado. Las plataformas a veces se saltan nombres, eso pasa mucho también.”
Cerca del final, Moreno insistió en la urgencia de informar y proteger a los creadores jóvenes para que no firmen entregando derechos o porcentajes sin comprender el alcance real.
También advirtió que la falta de claridad e instrumentos de regulación hacen que la entrega de premios y créditos a personas sin mérito creativo acabe por dañar no sólo a los compositores, sino a toda la cadena musical y a la autenticidad de la industria.


