
El cempasúchil, también conocido como “flor de muerto” en México, no solo decora altares y jardines con su intenso color anaranjado durante el Día de los Muertos, también es un aliado silencioso en la huerta y el jardín.
Su característico aroma y los compuestos naturales que contiene la han hecho famosa por su simbolismo en los primeros días de noviembre, pero en la mayoria de los casos, termina siendo basura al ser retirada de los altares.
Sin embargo, existe una manera de dar una segunda vida al cempasúchil que decora las ofrendas o jardines, y consiste en reutilizar las flores para crear un insecticida orgánico y económico.
Insecticida orgánico con flor de cempasúchil seca
Además de su significado espiritual y decorativo, el cempasúchil es conocido por su poder repelente contra plagas en la agricultura tradicional mexicana.
Incluso, es ampliamente utilizado por productores agroecológicos para proteger cultivos de pulgones, moscas blancas y otros insectos, sin dañar el entorno ni poner en riesgo la salud de personas o mascotas.
Aprovechar hojas y tallos maximiza el uso de toda la planta y evita el desperdicio. Tradicionalmente, se aplica en huertas y macetas, especialmente después de fuertes lluvias o durante temporadas de alta presencia de plagas.
Cómo se elabora el insecticida orgánico de cempasúchil
Ingredientes:
- 1 kilo de hojas y tallos de flor de cempasúchil (restos frescos o recientes de la ofrenda o jardín).
- 1 litro de agua para la maceración inicial.
- 11 litros de agua adicional para diluir la mezcla después de macerar.
Procedimiento:
- Juntar y limpiar bien un kilo de hojas y tallos de cempasúchil, retirando tierra o residuos.
- Trocear los restos en partes pequeñas para facilitar la extracción de los compuestos activos.
- Colocar el cempasúchil troceado en un recipiente grande y añadir 1 litro de agua.
- Dejar macerar la mezcla durante 24 horas en un lugar fresco y preferentemente a la sombra.
- Pasado ese tiempo, filtrar para retirar los sólidos y conservar únicamente el líquido resultante.
- Diluir el líquido en 11 litros de agua limpia, mezclando bien.
- Colocar la mezcla en un pulverizador o mochila de riego y rociar sobre hojas, tallos y suelo de las plantas que desees proteger, preferentemente al atardecer o en horas de poco sol.

El método es eficaz y permite aprovechar los residuos vegetales del altar o jardín, reduciendo la generación de basura y mejorando la salud del huerto. Además, aplicarlo regularmente puede ayudar a mantener los cultivos libres de insectos dañinos de manera natural y segura.


