
La Iglesia de San Hipólito, ubicada entre el Paseo de la Reforma y la Avenida Hidalgo, en pleno Centro Histórico de la capital mexicana, se ha convertido en un símbolo de fe y esperanza para millones de devotos de San Judas Tadeo, el llamado santo de las causas difíciles y desesperadas.
Aunque este templo no es la sede oficial de su culto, con el paso de los años se ha consolidado como el epicentro de la devoción a San Judas en México.
La tradición comenzó a tomar fuerza a mediados del siglo XX, cuando grupos de fieles empezaron a reunirse cada 28 de mes —día consagrado al santo— para agradecer milagros, pedir favores o simplemente rendirle tributo.
Con el tiempo, la cita mensual se convirtió en una multitudinaria manifestación de fe que atrae a personas de todos los rincones del país.

De templo colonial a santuario popular
La iglesia, construida en el siglo XVI en honor a San Hipólito Mártir, sobrevivió a terremotos, remodelaciones y transformaciones urbanas, pero encontró su nueva identidad como santuario popular gracias a la devoción a San Judas Tadeo.
Hoy, sus puertas se abren desde tempranas horas para recibir a miles de peregrinos que llegan con imágenes, flores, veladoras y ofrendas.
A pesar de que existe una Parroquia de San Judas Tadeo en la colonia Obrera —considerada la sede principal de su culto en la capital—, la Iglesia de San Hipólito ha ganado el corazón de los creyentes.
Su ubicación céntrica, su carga histórica y la magnitud de las celebraciones han hecho que sea el punto de reunión más emblemático para quienes profesan esta fe.

La cita mensual y anual de miles de fieles
Cada día 28 del mes y el 28 octubre, día de San Judas Tadeo, las calles que rodean el templo se llenan de color, música, incienso y fervor. Decenas de misas se celebran de manera continua, mientras comerciantes ofrecen imágenes, rosarios y artículos religiosos a los visitantes. Para muchos, asistir a San Hipólito representa una experiencia espiritual única, más allá de la religión institucional.
El corazón de la devoción a San Judas en México
El fenómeno social y religioso que rodea a San Judas Tadeo demuestra la fuerza de la fe popular en México, capaz de transformar un templo histórico en un santuario vivo. Aunque la Iglesia de San Hipólito no ostenta el título de sede oficial, en los hechos se ha convertido en el corazón de la devoción a San Judas, donde cada mes se renueva la esperanza de miles de creyentes.


