
En la espiritualidad, noviembre se percibe como un mes de transformación y reflexión profunda. Representa el paso del otoño al invierno, una etapa donde los días soleados comienzan a desvanecerse para dar paso a un clima más frío y lluvioso. Esta transición también se refleja en la energía personal y colectiva, marcando el final de un ciclo y el inicio de nuevas oportunidades de crecimiento interior.
El undécimo mes del año está asociado con la acción, la continuidad y la iluminación, por lo que se considera un momento ideal para conectar con la ley universal, la revelación y la influencia divina. Asimismo, se le atribuyen energías relacionadas con el amor genuino, los talentos innatos, el misticismo y la magia que habita en los pequeños actos cotidianos.
Este mes invita a la introspección y a la purificación energética, preparando cuerpo y mente para el cierre del año, por lo que el uso de rituales de renovación y atracción cobran especial relevancia. En dicho contexto, una de las prácticas más antiguas para este propósito es quemar hojas de laurel.
Tal como explica Corina Mendoza, colaboradora digital de Architectural Digest México y Latinoamérica especializada en filosofía oriental y esoterismo, este ritual ancestral ha sido adoptado por tradiciones como el Feng Shui por sus propiedades energéticas y purificadoras debido que encender este elemento también sirve para atraer prosperidad, armonía y bienestar.
Qué días de noviembre deberías quemar laurel

De acuerdo con la cuenta de TikTok Tarot Divino (@tarot.divinoo), especializada en lecturas y prácticas esotéricas, existen días específicos durante el penúltimo mes de 2025 que potencian los resultados del ritual.
- Domingo 9 de noviembre: se recomienda para atraer prosperidad y abundancia.
- Martes 11 de noviembre: para invocar felicidad y amor verdadero.
- Sábado 15 de noviembre: para manifestar sueños y deseos.
- Viernes 21 de noviembre: para incrementar el capital.
- Viernes 28 de noviembre: para abrir caminos hacia el éxito.
El poder espiritual del 11/11

Entre todas estas fechas, el 11 de noviembre (11/11) destaca por su relevancia espiritual. Los llamados números angelicales 111 y 1111 son considerados “números de poder”, pues simbolizan una conexión directa con las energías superiores.
En la revista ELLE Australia, la astróloga Kristy Gray señala que el 11 es un número maestro en numerología, asociado con la intuición, la visión espiritual y la iluminación. Su repetición en el calendario amplifica estas cualidades, convirtiendo la fecha en una ideal para manifestar deseos e intenciones.
Gray agrega que el número 1, vinculado astrológicamente al Sol, representa el lugar donde cada persona está destinada a brillar y expresar su poder personal. Por ello, la conjunción de introspección y empoderamiento transforma al 11 de noviembre en un portal energético que favorece los nuevos comienzos y el despertar interior.
¿Cómo realizar el ritual de quema de laurel en casa?

Según las recomendaciones de Corina Mendoza, esta práctica es sencilla de realizar, pero requiere de concentración y buena intención. A continuación, los pasos e ingredientes necesarios:
Ingredientes:
- Hojas secas de laurel
- Un recipiente resistente al fuego (cuenco de cerámica o metal)
- Cerillos o encendedor
- Una afirmación o deseo escrito en la hoja de laurel (opcional)
Procedimiento:
- Prepara el espacio: abre puertas y ventanas para facilitar la salida de energías negativas.
- Enciende el laurel: coloca una o varias hojas en el recipiente y préndelas con un cerillo.
- Permite que el humo se expanda: mueve el recipiente suavemente por diferentes áreas del hogar, permitiendo que el humo purifique cada rincón.
- Recita afirmaciones como: “La energía positiva fluye en mi hogar” o “La prosperidad y la armonía inundan mi espacio”.
- Apaga con seguridad: asegúrate de extinguir completamente las brasas antes de desecharlas.
Cuáles son los beneficios de quemar laurel

Architectural Digest detalla que, desde el Feng Shui, uno de los principales beneficios es su capacidad para purificar energéticamente el ambiente, pues el humo que desprende al arder se considera un agente de limpieza espiritual capaz de eliminar energías estancadas o negativas. Dicha purificación transforma los espacios en lugares más ligeros, propicios para la armonía, la paz interior y la estabilidad emocional.
Por otro lado, dicho elemento también es reconocido por su relación con la prosperidad y la abundancia. Durante los rituales, muchas personas escriben en sus hojas afirmaciones positivas o deseos específicos antes de quemarlas, con la creencia de que el humo actúa como un canal que lleva esas intenciones al universo.
El laurel también tiene un impacto directo en el bienestar emocional, ya que su aroma natural tiene efectos relajantes, ayudando a disminuir los niveles de estrés y ansiedad, explica Mendoza.
Al quemarlo, su humo purifica el aura personal, disipando emociones densas y promoviendo un estado de calma, claridad y equilibrio mental. Así, incorporar este ritual a la rutina puede significar la diferencia en momentos de estancamiento o fatiga mental.


