
Considerada un emblema del Día de Muertos, la flor de cempasúchil no solo ilumina los altares con su color dorado y su aroma inconfundible. Desde tiempos prehispánicos, esta planta ha sido valorada por sus usos curativos, y hoy la ciencia respalda muchas de las propiedades que la medicina tradicional mexicana le ha atribuido.
Originaria de México y conocida en náhuatl como Cempoalxóchitl —“flor de veinte pétalos”—, el Tagetes erecta es una planta que forma parte del patrimonio cultural y medicinal del país. Sus pétalos, hojas y aceites esenciales contienen compuestos bioactivos con efectos digestivos, antimicrobianos y antiinflamatorios.
Propiedades digestivas: alivio natural del malestar estomacal
El cempasúchil es utilizado desde hace siglos en infusión para tratar molestias digestivas como cólicos, “empacho”, diarrea e indigestión. Sus compuestos amargos estimulan la secreción de jugos gástricos, favoreciendo una digestión más eficiente. Además, el té elaborado con sus pétalos ayuda a reducir la inflamación abdominal y los gases, convirtiéndose en un remedio casero eficaz para el malestar gastrointestinal leve.
Propiedades antimicrobianas: un escudo natural contra bacterias
Estudios recientes han demostrado que los extractos del cempasúchil poseen actividad antimicrobiana frente a bacterias como Escherichia coli y Staphylococcus aureus, responsables de infecciones digestivas y cutáneas.

Por ello, tradicionalmente se ha empleado en remedios naturales como desinfectante o para tratar infecciones intestinales leves. Su acción antibacteriana también la hace útil en preparaciones tópicas para limpiar heridas menores.
Propiedades antiinflamatorias: alivio interno y externo
El cempasúchil también destaca por su efecto antiinflamatorio. Las infusiones o cataplasmas elaboradas con sus flores pueden aliviar inflamaciones tanto internas como externas. En diversas comunidades rurales, se aplica sobre golpes, llagas o irritaciones cutáneas, aprovechando sus propiedades calmantes.
Cómo aprovecharla de forma segura
La forma más común de consumirla es en infusión: basta con hervir agua y añadir unos 5 a 10 gramos de pétalos por litro, dejándolos reposar por 10 minutos. También puede utilizarse en compresas o incorporarse a aceites naturales para uso tópico.
Aun así, su consumo debe ser moderado y provenir de fuentes libres de pesticidas. Antes de aplicar extractos sobre la piel, se recomienda realizar una prueba de sensibilidad.

El cempasúchil es, sin duda, una joya botánica mexicana: una flor que no solo simboliza el vínculo con los seres queridos, sino que también guarda un legado curativo que combina sabiduría ancestral y respaldo científico.
La medicina tradicional mexicana y estudios científicos coinciden en sus propiedades para aliviar trastornos digestivos, combatir microorganismos y reducir la inflamación.


