
En plena era digital, las compras por internet se han convertido en una rutina para millones. Sin embargo, la comodidad de adquirir productos en línea también ha abierto la puerta a nuevas tácticas de fraude, especialmente cuando ciberdelincuentes utilizan la imagen de plataformas populares como TEMU.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México ha alertado sobre el aumento de casos donde los estafadores replican la identidad visual de la aplicación TEMU para engañar al usuario y robar sus datos.
El funcionamiento básico de este tipo de fraude parte de la confianza que inspira una marca conocida. Los delincuentes diseñan anuncios en redes sociales, correos electrónicos y sitios web que imitan casi a la perfección la apariencia de TEMU. El objetivo es crear comunicaciones que aparentan ser legítimas y que muchas veces prometen regalos, grandes descuentos, cupones exclusivos o incluso cajas misteriosas.
Una vez captada la atención del usuario, el siguiente paso del estafador consiste en dirigirlo hacia páginas fraudulentas que se asemejan al sitio real de TEMU. Allí, se le invita a ingresar datos personales y bancarios, bajo el pretexto de participar en supuestas promociones o de completar un registro para obtener algún beneficio. La víctima, sin saberlo, está entregando información sensible a quienes buscan obtener ganancias ilícitas.
No todas las estrategias terminan en el robo inmediato de dinero. Según la SSC, los fraudes que giran alrededor de esta modalidad pueden derivar también en usurpación de identidad. Con los datos obtenidos, los delincuentes pueden solicitar créditos, abrir cuentas bancarias o realizar diversas actividades ilícitas en nombre de la persona afectada.
El gancho más utilizado por estos grupos es el de las ofertas “demasiado buenas para ser verdad”. La promesa de productos caros a precios ridículamente bajos, cupones de descuento exclusivos o regalos de bienvenida son herramientas frecuentes para generar confianza y captar la atención de los potenciales afectados.

Para evitar caer en estas trampas, la Secretaría de Seguridad Ciudadana recomienda principios básicos pero efectivos. Uno de ellos es verificar siempre la dirección de correo de quien envía promociones, prestando especial atención al dominio y evitando confiar solo en el nombre visible. También aconseja que nunca se acceda a una tienda o promoción a través de enlaces recibidos por mensajes o redes sociales, sino que se ingrese manualmente la dirección oficial en el navegador.
La SSC indica que es fundamental revisar que la página donde se pretende operar comience con “https://” y que el dominio esté correctamente escrito, sin errores de ortografía. A la hora de pagar, resulta más seguro utilizar tarjetas virtuales o métodos que incluyan algún tipo de protección para el comprador. Asimismo, sugiere no dejar almacenados los datos bancarios en demasiadas plataformas, con el objetivo de reducir riesgos en caso de filtración.
Una capa extra de seguridad es activar la autenticación en dos factores, en la medida en que la aplicación la ofrezca. Igualmente, se recomienda mantener actualizados los dispositivos y las aplicaciones usadas para comprar, ya que muchos fraudes aprovechan fallos de seguridad en sistemas desactualizados.
Otro componente clave es la educación. Mantenerse informado y compartir alertas de seguridad con familiares, amigos y personas en situación de vulnerabilidad puede hacer una diferencia significativa. La difusión de información es una herramienta poderosa para reducir el impacto de estos fraudes.