
El gobierno municipal de Monterrey advirtió sobre un nuevo patrón delictivo en el que grupos del crimen organizado están reclutando a personas sin hogar para tareas ilícitas. De acuerdo con la Secretaría de Seguridad, alrededor de 300 personas en situación de calle que deambulan por el primer cuadro de la ciudad han sido utilizados como vigilantes, vendedores de drogas o agresores a sueldo.
El titular de la dependencia, Eduardo Sánchez Quiroz, explicó que las zonas donde más se ha detectado esta práctica son los alrededores del Hospital de Zona 21 del IMSS, el puente Rube, la iglesia Santa María Goretti, así como el mercado Juárez y el Mesón Estrella. En estos puntos, la policía ha registrado un repunte de delitos relacionados con el narcomenudeo y el consumo de estupefacientes.
Según el funcionario, los delincuentes se aprovechan de los momentos en que personas altruistas entregan alimentos a los indigentes para contactarlos y ofrecerles dinero o drogas. Este tipo de captación, añadió, ha vuelto más compleja la atención institucional, pues muchos de los indigentes terminan actuando bajo coerción o dependencia de los grupos criminales.
Operativo Rastrillo
Para enfrentar el problema, la administración municipal puso en marcha el Operativo “Rastrillo”, que combina vigilancia policial y asistencia social. La estrategia busca localizar a personas en riesgo, brindarles atención médica y psicológica, y reducir su exposición ante las redes delictivas. De acuerdo con datos oficiales, mediante este operativo se ha rescatado a 90 personas en situación de calle y detenido a seis presuntos responsables de delitos vinculados al narcomenudeo.

Sánchez Quiroz detalló que muchas de estas personas presentan un grave deterioro físico y mental, así como adicciones que los vuelven especialmente vulnerables. “Los oficiales que participan en los recorridos deben usar guantes y protección sanitaria porque las condiciones de salud son críticas. Hace falta reforzar la atención social”, comentó.
Como parte de la estrategia preventiva, la Policía de Monterrey ha establecido canales de comunicación directa con comerciantes, joyeros y notarios del Centro de la ciudad, a través de grupos de mensajería que permiten reportar incidentes en tiempo real. La medida, según el secretario, ha permitido mejorar la capacidad de respuesta ante alteraciones del orden y detectar de manera temprana movimientos sospechosos.
El funcionario agregó que la vulnerabilidad no se limita a la población local. La presencia creciente de migrantes que cruzan por Monterrey ha generado nuevos riesgos, ya que algunos también han sido captados por las organizaciones criminales. En julio pasado, un hombre de origen venezolano fue detenido en la avenida Cuauhtémoc con un arma, droga y una báscula digital, luego de ser detectado por las cámaras del C4.
Sánchez Quiroz indicó que los grupos criminales suelen entregar cristal o armas a personas sin hogar para emplearlas en robos menores o como informantes. Ante ello, la Policía Regia mantiene coordinación con la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León para fortalecer las investigaciones y vincular los casos detectados.


