
Un hecho que combinó asombro, humor y tensión se convirtió en tendencia en redes sociales, tras la publicación de un video donde un menor quedó atrapado dentro de una máquina de peluches en un centro comercial de la Ciudad de Guadalajara, Jalisco.
En la grabación se observa a una madre junto a su hijo frente a una máquina de premios que funciona con monedas. La curiosidad del niño lo llevó a meterse por la pequeña abertura por donde caen los peluches, quedando completamente dentro del aparato en cuestión de segundos.
Ya dentro, el menor se dio cuenta de que no podía salir, lo que provocó que comenzara a llorar y llamar a su madre con desesperación. A través del cristal de la máquina, el niño intentaba comunicarse mientras su madre buscaba la manera de ayudarlo sin perder la calma. En el video se le escucha decir: “A ver, espérame… deja de llorar, tranquilízate y vamos a ver cómo te saco”.
La escena, que mezcla angustia con un toque de ternura y humor, captó la atención de miles de usuarios, quienes no tardaron en reaccionar y comentar. Algunos resaltaron la paciencia y tranquilidad de la madre, mientras otros compartieron risas ante la travesura del pequeño. Varios internautas recordaron situaciones similares con sus hijos o amigos, convirtiendo el video en un fenómeno viral.

En otro video publicado posteriormente, Fernanda López, madre del menor, explicó con detalle cómo ocurrió el incidente. Según relató, su hijo de tres años quería un peluche y decidió entrar por la compuerta donde normalmente caen los premios. La mujer estaba justo al lado, pero se distrajo un instante al atender a su hija, lo que permitió que el niño se introdujera en la máquina sin que ella lo notara.
Al intentar salir, la puerta del aparato impedía que se moviera con facilidad, pues chocaba con su propio cuerpo. Para liberarse, el niño tuvo que recular, arrastrar los pies y maniobrar hasta salir por la misma abertura por donde había entrado. Fernanda aclaró que nunca lo dejó dentro de manera intencional y que el video fue grabado para documentar la situación y comunicársela a su esposo. El episodio completo duró aproximadamente un minuto y no requirió la intervención de personal de seguridad.
Finalmente, Fernanda destacó que su hijo aprendió la lección y que no intentará volver a meterse en la máquina, subrayando que el incidente se resolvió sin daños y que, pese a la sorpresa inicial, todo terminó en un desenlace seguro y anecdótico para la familia.