‘Nadie nos vio partir’: la historia real del secuestro familiar que inspiró la nueva serie mexicana de la que todos hablan

La historia aterrizó este 15 de octubre en el catálogo de una plataforma de streaming y ha abierto un debate en torno a la violencia vicaria

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La serie protagonizada por Tessa
La serie protagonizada por Tessa Ía y Emiliano Zurita revive uno de los casos más impactantes de secuestro familiar ocurridos en México durante los años sesenta. (Netflix, YouTube)

La nueva producción mexicana de Netflix, Nadie nos vio partir, está generando conversación por su crudeza emocional y su poderosa base en hechos reales.

Lejos de ser una ficción convencional, la serie protagonizada por Tessa Ía y Emiliano Zurita revive uno de los casos más impactantes de secuestro familiar ocurridos en México durante los años sesenta.

La historia que inspiró la serie

Inspirada en la novela homónima de Tamara Trottner, la historia sigue a Valeria, una madre que regresa a casa para descubrir que su esposo y sus dos hijos han desaparecido. No hay señales de ellos ni de los pasaportes familiares. Lo que al principio parece una huida repentina pronto se revela como una venganza orquestada por su esposo, quien decide raptar a los niños para castigarla por desafiar las reglas de una familia poderosa.

El libro en el que se basa la serie no es una simple obra de ficción: Trottner relata su propia infancia, marcada por la manipulación y el control. En entrevistas, la escritora ha contado que su padre los secuestró a ella y a su hermano cuando tenía apenas cinco años, durante su cumpleaños.

La historia evidencia una práctica
La historia evidencia una práctica que hoy se conoce como violencia vicaria, es decir, el uso de los hijos para dañar emocionalmente a una madre. (Netflix, YouTube)

“Nos secuestra durante dos años... Al principio creímos que era un viaje, pero después preguntamos por mamá, mi perro, mi escuela, y nadie nos respondió”, recordó la autora en una charla para el canal De dientes para adentro.

A lo largo de esos años, los niños fueron trasladados por distintos países, desde Francia hasta Israel, mientras su madre emprendía una búsqueda desesperada con ayuda de detectives privados. La historia evidencia una práctica que hoy se conoce como violencia vicaria, es decir, el uso de los hijos para dañar emocionalmente a una madre.

En la serie, Netflix recrea con fidelidad el contraste entre la aparente inocencia de la infancia y el dolor psicológico que provoca la manipulación familiar. Bajo la dirección de Gaz Alazraki y con una estética cuidada al detalle, la trama busca no solo conmover, sino también abrir debate sobre los abusos invisibles dentro del núcleo familiar.

“Esta historia no trata de héroes ni villanos, sino de heridas que tardan toda una vida en cerrar”, dijo Trottner al presentar la adaptación.

Nadie nos vio partir se estrenó este 15 de octubre en Netflix y promete convertirse en una de las series mexicanas más comentadas del año, no solo por su calidad dramática, sino por la valentía de traer a la pantalla un caso que durante décadas permaneció en silencio.

Tamara Trottner relata su propia
Tamara Trottner relata su propia infancia, marcada por la manipulación y el control. (@tamaratrottner, Instagram)