
Tras obtener la visa para ingresar a Estados Unidos, muchos mexicanos desconocen cuánto tiempo pueden permanecer legalmente en ese país sin comprometer futuras entradas.
Aunque las autoridades migratorias suelen otorgar un permiso de estancia de hasta seis meses a los visitantes con visa de turista (B1/B2), expertos señalan que exceder los tiempos razonables puede generar sospechas y dificultades al querer volver a ingresar.
El ex cónsul estadounidense Brent Hanson explicó que, si bien el documento migratorio permite estancias prolongadas, lo ideal es respetar el propósito declarado del viaje.
“Los seis meses sí puede quedarse ese tiempo, pero la próxima vez que entres, el oficial de migración va a decir: ‘Usted vino como turista la vez pasada, ¿por qué estuvo seis meses? ¿Qué hace un turista en el país seis meses?’”, advirtió en una entrevista compartida en su portal VisaUSA.
Analizan comportamiento de viajero

Hanson detalló que los agentes analizan el comportamiento del viajero y, si consideran que hubo una intención distinta al turismo —como trabajar sin autorización—, pueden negar el acceso en futuras visitas.
“Las preguntas vienen porque se les acusa de haber trabajado en los EU y no les van a dejar entrar otra vez por esta creencia”, puntualizó.
Ante ello, recomendó que los mexicanos limiten sus visitas a periodos más acordes con los hábitos turísticos o laborales comunes.
“Lo recomendable es estar de dos a tres semanas, máximo un mes, que es lo que dan en los trabajos cotidianos”, afirmó. Permanecer más tiempo sin una justificación sólida —como una visita familiar con motivo especial o un tratamiento médico documentado— podría levantar sospechas innecesarias.
Otro punto clave es no viajar con demasiada frecuencia, ya que múltiples estancias prolongadas en poco tiempo también pueden interpretarse como un intento de residir ilegalmente en el país.
Expertos en temas migratorios sugieren conservar documentos que prueben vínculos sólidos con México, como empleo, propiedad o familia, para demostrar que no existe intención de quedarse en Estados Unidos.
Aunque la visa y el permiso de ingreso otorguen cierta flexibilidad, la prudencia es esencial. Cumplir con estancias moderadas y coherentes con el propósito declarado no solo evita interrogatorios incómodos, sino que garantiza mantener el privilegio de viajar sin contratiempos.
Para los mexicanos que desean cuidar su historial migratorio, la regla de oro es clara: viajar como turista, pero también comportarse como tal.