Aeroméxico y Delta Air Lines presentaron un recurso ante el Tribunal de Apelaciones del Undécimo Circuito en Estados Unidos contra la decisión del Departamento de Transporte (DOT) que ordena la disolución de su empresa conjunta. Esta alianza permitía a ambas compañías coordinar operaciones, precios y rutas en vuelos entre México y Estados Unidos.
En septiembre, las autoridades estadounidenses decidieron retirar la inmunidad antimonopolio que protegía a Aeroméxico y Delta, lo que obliga a poner fin a su asociación estratégica. El DOT estableció como fecha límite el 1 de enero de 2026 para terminar con la colaboración.
La decisión del Gobierno de Estados Unidos prohíbe que ambas aerolíneas continúen gestionando de forma coordinada vuelos y servicios en el mercado transfronterizo. Delta considera que desmantelar la alianza antes de la fecha límite representaría una carga significativa en términos financieros y operativos.
La asociación entre Aeroméxico y Delta, vigente hasta la fecha, ha permitido que ambas empresas gestionen el tráfico aéreo binacional de manera coordinada. La disputa legal continúa en el tribunal, mientras las aerolíneas buscan revertir la resolución y mantener su colaboración más allá de 2026.
Antecedentes
El recurso interpuesto por Aeroméxico y Delta Air Lines responde a la decisión del Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT) de disolver su alianza estratégica, tras una revisión sobre el cumplimiento por parte de México del acuerdo bilateral aéreo.
La decisión de disolver la alianza se venía gestando desde hace un par de años; el DOT señala que México no ha respetado los compromisos adquiridos, principalmente por la reducción de horarios de despegue y aterrizaje, conocidos como slots, para líneas aéreas estadounidenses y mexicanas en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México durante 2022.
Otro punto relevante es que en 2023 las autoridades mexicanas ordenaron a las aerolíneas de carga extranjeras trasladar sus operaciones al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). La administración mexicana justificó la medida como parte de un plan para fortalecer la infraestructura aeroportuaria y disminuir la saturación del Aeropuerto Benito Juárez. Sin embargo, las autoridades estadounidenses consideran que estas acciones no resuelven los obstáculos en el acceso y la operación de las aerolíneas estadounidenses en el país.
Aeroméxico y Delta argumentan que la disolución de la alianza perjudicará la conectividad y el servicio entre ambos países. La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes asegura que los acuerdos de código compartido siguen vigentes mientras se resuelve el litigio.
Impacto económico
La posible disolución de esta alianza, de acuerdo con estimaciones, provocaría pérdidas económicas superiores a 510 millones de dólares para Estados Unidos, de los cuales 310 millones se atribuirían a menor actividad económica general y 200 millones a pérdidas en el turismo por una reducción del consumo.
La finalización de la sociedad también implicaría la cancelación de 24 rutas y una disminución de capacidad en otras 10, lo que impactaría cerca de 1.8 millones de asientos y pondría en riesgo empleos en los dos países