La familia y amigos del fallecido productor Nicandro Díaz, responsable de éxitos como Destilando amor y Amores verdaderos, desconocerían el paradero de su madre, Delia González Hernández, de 90 años, quien padece Alzheimer y estaba bajo cuidados en una casa de retiro en la Ciudad de México.
De acuerdo con información revelada por TVNotas, Delia habría sido trasladada del asilo sin previo aviso, lo que encendió las alarmas entre quienes eran cercanos al productor. “La señora está desaparecida. Nadie en el asilo sabe qué ocurrió ni quién autorizó su salida”, relató una fuente anónima citada por la publicación.
Una herencia en disputa
La situación ha tomado tintes delicados debido a que Delia figuraba como cotitular de varias propiedades y cuentas bancarias del productor, quien falleció en marzo de 2024. Según versiones cercanas, al menos diez de las dieciocho propiedades de Díaz estaban registradas a nombre de su madre, lo que la convierte en una figura clave dentro de la sucesión de bienes.
El informante agregó que el productor había decidido poner parte de su patrimonio a nombre de su madre para evitar posibles disputas legales durante su proceso de divorcio con su exesposa, Cynthia Butrón. “Nicandro la adoraba. Ella fue el gran amor de su vida y por eso quiso protegerla económicamente. Pero ahora nadie sabe dónde está”, aseguró.
La relación entre Butrón y la madre del productor, según la misma fuente, nunca fue cercana. Incluso se ha mencionado que, tras el fallecimiento de Díaz, su exesposa habría obtenido un poder notarial para manejar los bienes de la señora Delia, pese a su avanzada edad y condición médica, algo que en términos legales carecería de validez.
En medio de estas versiones, personas allegadas a la familia sostienen que en los últimos meses el acceso a la señora fue restringido, lo que alimentó aún más las sospechas. “Alguien del asilo comentó que la sacaron de forma abrupta y que el personal tampoco tiene información sobre su destino”, se afirma en el reportaje.
El entorno del productor ha insistido en que la prioridad debe ser garantizar la seguridad y el bienestar de Delia, quien necesita cuidados constantes. “Desde hace tres meses no se sabe nada de ella. Esperamos que esté bien, viva y en paz. Ojalá esté donde Nicandro quería que estuviera”, declaró un miembro de la familia.
Mientras se esperan aclaraciones oficiales, el caso se ha convertido en un tema de gran interés público, no solo por el misterio que rodea la desaparición de la señora Delia, sino también por las implicaciones legales de una herencia que incluiría propiedades, cuentas en el extranjero y otros activos.
El legado de Nicandro Díaz, tanto en lo profesional como en lo personal, parece haber quedado envuelto en un drama que trasciende la ficción, con un desenlace aún incierto y con la familia en busca de respuestas sobre la mujer que fue su mayor inspiración.
