
La poeta zapoteca Natalia Toledo Paz, reconocida por su obra en el mundo literario recibirá este martes 7 de octubre la Medalla Bellas Artes de Literatura en Lenguas Indígenas 2025 en el Palacio de Bellas Artes a las 12:00 hora, en la sala Manuel M.
Este reconocimiento busca destacar las expresiones artísticas y la diversidad lingüística en el país, es otorgado por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).
Natalia Toledo tejedora de palabras

Natalia Toledo Paz es una poeta bilingüe (zapoteco-español), nacida en Juchitán en 1967, hija de la tejedora Olga Paz y del artista Francisco Toledo.
Su obra constituye un universo que combina los aprendizajes de su comunidad zapoteca (como la comida, animales, sucesos históricos, entre otros) sin perder de vista la adaptación al mundo occidental.
“La niña a la que se le caen las cocadas y no las levanta" es la misma que se introdujo en el mundo de las palabras. Para la Secretaría de las Culturas y Artes, la artista declaró: “Para mí la poesía ha sido vital desde niña, porque desde niña comencé a escribir”.
Durante una entrevista con la UNAM, Natalia explicó que escribir y difundir poesía en lenguas originarias es un acto de derecho y resistencia cultural. Para Toledo, cada lengua encierra un conocimiento, una estética y una visión del mundo propias, por lo que es fundamental mantenerlas vivas y presentes en la literatura contemporánea.
La diseñadora encuentra que en los textiles otra forma de escribir “porque habla lo que te pones, habla todo el tiempo, la ropa y la piel tienen el mismo origen, ladi y lari, tu ropa es tu piel, o sea no es cualquier cosa".
A través de las prendas, hilos y colores, la artista trabaja en el diseño ropa y joyería. Mediante las telas, el oro y los hilos, Toledo refleja con su labor como diseñadora elementos de su lugar de origen, Juchitán de Zaragoza, Oaxaca, en su marca “Teka", incorporando referencias a la vida en su municipio.
En entrevista con Quadratin Oaxaca la diseñadora compartió que su trabajo textil fue herencia de su madre, Olga de Paz, quien también realizó hamacas y trajes bordados.