Durante el cierre de la jornada, el comportamiento de la moneda evidenció una sesión con bajo volumen y relativa estabilidad, mientras los mercados evalúan tanto las señales fiscales y de política económica del gobierno como los más recientes datos de confianza del consumidor.
En este escenario, el peso mexicano registró una apreciación del 0,32% al cierre de la jornada. El dólar estadounidense cotizó al cierre a 18,34 pesos mexicanos en promedio, lo cual implicó un cambio del 0,11% con respecto a los 18,36 pesos de la sesión previa, reporta Dow Jones.
Si consideramos los datos de los últimos siete días, el dólar estadounidense marca un incremento 0,13%; pese a ello en términos interanuales aún conserva una disminución del 8,65%.
A pesar de la ligera mejora en la situación actual de los hogares y la percepción estable sobre la economía familiar, la menor disposición para compras mayores y una visión menos alentadora sobre el futuro económico muestran señales de una posible desaceleración del consumo privado, segmento fundamental del PIB, que podría limitar las perspectivas de crecimiento al finalizar el año.
El índice de confianza del consumidor descendió en septiembre a 46.5 puntos, apuntando a una pérdida moderada de optimismo frente a un entorno económico considerado más desafiante.
Comparando este dato con el de días previos, sumó tres jornadas seguidas de bajada. En los pasados siete días la volatilidad es notoriamente inferior a los datos logrados para el último año (10,44%), de modo que podemos decir que está pasando por un periodo de mayor estabilidad recientemente.
Los pronósticos económicos para 2025

La relación peso-dólar durante el 2024 estuvo marcada por los contrastes. El año comenzó con la moneda mexicana fortalecida ante la divisa estadounidense. El billete verde llegó a venderse en 16 pesos por unidad, algo que no ocurría en casi una década. El mote de “superpeso” quedaba más que nunca.
Sin embargo, como fue avanzando el peso se fue depreciando debido, principalmente, a decisiones políticas, como la polémica Reforma al Poder Judicial y la eliminación de órganos autónomos.
El retroceso de la moneda azteca se agravó con la campaña de Donald Trump, su victoria electoral como presidente de Estados Unidos y sus amenazas de poner aranceles a todos los productos mexicanos –y canadienses– si México no mejoraba la seguridad en la frontera.
Fue así que el dólar regresó a los 20 pesos, quedando muy por arriba de los pronósticos del Banco de México (Banxico).
Para 2025, Banxico espera que el dólar cotice en una media que va desde los 20.24 pesos y hasta los 20.69 pesos, un pronóstico conservador considerando las repercusiones que traerían para el tipo de cambios los dichos y políticas de Trump en la Casa Blanca.
La inflación estuvo relativamente estable en 2024 rondando entre el 4%, a excepción de junio cuando casi alcanza el 6, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En este año, Banxico pronostica que la inflación estará por debajo de los cuatro puntos hasta el 3.8%.
En cuanto al crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), los bajos pronósticos se mantienen. El banco central espera un alza del PIB de apenas 1.2%.
Cómo es el peso mexicano
El peso mexicano es la moneda de curso legal de México y se trata de la primera moneda en el mundo que usó el signo de $, mismo que más tarde fue retomado por Estados Unidos para el dólar.
Esta moneda es la decimoquinta moneda más negociada en el mundo, así como la más negociada en América Latina y la tercera a nivel continente sólo detrás del dólar estadounidense y el canadiense.
Actualmente se usa la abreviación MXN para hablar sobre el peso mexicano, pero antes de 1993 se usaban las siglas MXP.
Las monedas que normalmente se usan en México tienen forma semicircular y tienen el escudo nacional al reverso. Un peso mexicano equivale a 100 centavos. Existen monedas de 1, 5, 10 y 20 pesos; mientras que en billetes hay de 20, 50, 100, 200, 500 y 1,000 pesos.