
El cheesecake de fresa sin horno es una alternativa ligera y práctica al clásico pastel de queso. Esta versión utiliza ingredientes bajos en grasa y seleccionados para favorecer una dieta equilibrada enfocada en el control de peso.
Destacan fuentes como el yogur griego descremado y el queso fresco bajo en grasa, alimentos con significativo contenido de proteínas y bajo aporte graso, como señala la Fundación Española de la Nutrición.
Según la Fundación Española de la Nutrición, el yogur griego descremado aporta proteínas de alta calidad, lactosa, calcio y vitaminas del grupo B, lo que favorece el desarrollo y el mantenimiento muscular. El queso fresco bajo en grasa añade proteínas y reduce la carga calórica en comparación con otras versiones más grasas. El uso de fresas frescas proporciona vitamina C, fibra y antioxidantes, y los frutos secos como almendra o nuez incluidos en la base aportan grasas saludables en pequeñas cantidades.
A. Ajuste proteico: De acuerdo con la Universidad Complutense de Madrid, sustituir ingredientes convencionales ricos en grasa por equivalentes bajos en grasa y ricos en proteínas mejora la saciedad y favorece el mantenimiento de la masa muscular durante la pérdida de peso.
Ingredientes para el cheesecake de fresa
Base
- 100 g de avena integral
- 30 g de almendra molida (puede sustituirse por nueces)
- 2 cucharadas de aceite de coco o margarina light sin grasas trans
- 1 cucharada de miel natural

Relleno
- 500 g de yogur griego descremado sin azúcar
- 200 g de queso fresco batido bajo en grasa
- 60 g de proteína en polvo neutra o de vainilla (opcional, para enriquecer en proteína)
- 6 hojas de gelatina neutra
- 150 g de fresas frescas trituradas
- Azúcar natural al gusto según las recomendaciones de la dieta
Decoración
- 100 g de fresas frescas cortadas en láminas
- 1 cucharada de semillas de chía
- Hojas de menta fresca
Preparación del cheesecake de fresa sin horno
- Tritura la avena con la almendra hasta obtener una harina gruesa.
- Añade el aceite de coco o margarina derretida y la miel, mezcla hasta que tenga textura arenosa, y cubre el fondo de un molde desmontable con papel de horno. Presiona bien y lleva al refrigerador.
- Mezcla el yogur griego, el queso fresco y la proteína en polvo hasta integrar. Hidrata las hojas de gelatina en agua fría, después disuélvelas en un poco de agua caliente y añade al relleno junto con las fresas trituradas y el edulcorante. Mezcla de nuevo hasta que esté cremoso.
- Vierte la mezcla sobre la base y refrigera al menos 4 horas, mejor toda la noche, hasta que solidifique.
Decora la superficie con las fresas en láminas, esparce semillas de chía y algunas hojas de menta.
Advertencia: Aunque es un cheesecake saludable, recuerda que el azúcar (incluso en cantidades pequeñas o en versiones naturales) debe consumirse con moderación.
La Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad de Navarra advierte que, aunque la receta emplea ingredientes saludables y bajos en calorías, el consumo excesivo de azúcar, incluso de fuentes naturales como la miel o endulzantes, puede obstaculizar los objetivos de una alimentación saludable.
Personas con diabetes o problemas de metabolismo de la glucosa deben moderar la cantidad de azúcar y optar por edulcorantes sin impacto glucémico.