En la pasada jornada el dólar estadounidense cotizó al cierre a 18,37 pesos mexicanos en promedio, de modo que supuso un incremento del 0,32% frente a los 18,31 pesos de la sesión previa, reporta Dow Jones.
En referencia a la rentabilidad de la última semana, el dólar estadounidense marca una disminución 0,33%, por lo que desde hace un año aún acumula un descenso del 7,43%.
La caída del PMI manufacturero a 49,6 puntos en septiembre, después de haber registrado 50,2, marcó un ingreso en fase contractiva y reflejó debilidad tanto en la producción como en la demanda externa, reduciendo el respaldo al sector industrial. Esta evolución estuvo acompañada por distintos factores económicos que influyeron sobre el desempeño del dólar en México.
“La jornada mostró a un peso presionado por la contracción manufacturera y la caída en remesas, con soporte parcial en la mejora fiscal y en el ajuste favorable de expectativas de crecimiento e inflación. De cara a octubre, la moneda mexicana enfrentará un entorno volátil: por un lado, la estabilidad fiscal y los altos diferenciales de tasas ofrecen sostén; por el otro, la fragilidad del sector industrial, la dependencia de remesas y la incertidumbre por el shutdown estadounidense y los aranceles plantean riesgos de nuevas presiones”, explicó Felipe Mendoza analista de mercados financieros en ATFX LATAM.
Respecto a jornadas previas, puso freno a tres sesiones seguidas con tendencia negativa. La cifra de la volatilidad es manifiestamente inferior a los números conseguidos para el último año (10,48%), lo que indica que está teniendo un comportamiento más estable de lo esperado en este momento.
Los pronósticos económicos para 2025

La relación peso-dólar durante el 2024 estuvo marcada por los contrastes. El año comenzó con la moneda mexicana fortalecida ante la divisa estadounidense. El billete verde llegó a venderse en 16 pesos por unidad, algo que no ocurría en casi una década. El mote de “superpeso” quedaba más que nunca.
Sin embargo, como fue avanzando el peso se fue depreciando debido, principalmente, a decisiones políticas, como la polémica Reforma al Poder Judicial y la eliminación de órganos autónomos.
El retroceso de la moneda azteca se agravó con la campaña de Donald Trump, su victoria electoral como presidente de Estados Unidos y sus amenazas de poner aranceles a todos los productos mexicanos –y canadienses– si México no mejoraba la seguridad en la frontera.
Fue así que el dólar regresó a los 20 pesos, quedando muy por arriba de los pronósticos del Banco de México (Banxico).
Para 2025, Banxico espera que el dólar cotice en una media que va desde los 20.24 pesos y hasta los 20.69 pesos, un pronóstico conservador considerando las repercusiones que traerían para el tipo de cambios los dichos y políticas de Trump en la Casa Blanca.
La inflación estuvo relativamente estable en 2024 rondando entre el 4%, a excepción de junio cuando casi alcanza el 6, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En este año, Banxico pronostica que la inflación estará por debajo de los cuatro puntos hasta el 3.8%.
En cuanto al crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), los bajos pronósticos se mantienen. El banco central espera un alza del PIB de apenas 1.2%.
Cómo es el peso mexicano
El peso mexicano es la moneda de curso legal de México y se trata de la primera moneda en el mundo que usó el signo de $, mismo que más tarde fue retomado por Estados Unidos para el dólar.
Esta moneda es la decimoquinta moneda más negociada en el mundo, así como la más negociada en América Latina y la tercera a nivel continente sólo detrás del dólar estadounidense y el canadiense.
Actualmente se usa la abreviación MXN para hablar sobre el peso mexicano, pero antes de 1993 se usaban las siglas MXP.
Las monedas que normalmente se usan en México tienen forma semicircular y tienen el escudo nacional al reverso. Un peso mexicano equivale a 100 centavos. Existen monedas de 1, 5, 10 y 20 pesos; mientras que en billetes hay de 20, 50, 100, 200, 500 y 1,000 pesos.