
La Secretaría de Hacienda reportó que el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) retrocedió a 49.5% del PIB, en contraste con el 51.3% registrado al cierre de 2024.
Asimismo, la deuda neta del Sector Público Federal se estableció en 50.2% en relación con el producto interno bruto, cifras que marcan una tendencia hacia el control y la prudencia en el manejo del endeudamiento soberano.
El perfil de endeudamiento nacional destaca por la concentración del 84% de los pasivos en el ámbito interno y por una composición que privilegia instrumentos de tasa fija y vencimiento de largo plazo, lo que reduce la exposición ante choques de mercado y fortalece la previsibilidad presupuestaria para el Estado mexicano.

Hacienda enfatiza el respaldo de los mercados y agencias internacionales
El posicionamiento fiscal de México recibió un espaldarazo adicional por parte de las principales agencias internacionales. Fitch Ratings anunció la mejora de la calificación para Petróleos Mexicanos (Pemex) de “B+” a “BB”, luego de una colocación exitosa de Notas Estructuradas Pre-Capitalizadas por 12 mil millones de dólares.
La operación, según la calificadora, fue un reflejo de la solidez en la estrategia financiera de la empresa y del vínculo estrecho entre Pemex y el Estado mexicano.
Tal reconocimiento, sumado a la ausencia de nuevas operaciones de financiamiento en agosto, subraya el ambiente de disciplina y respeto a los techos de endeudamiento autorizados por el poder legislativo, sostiene la Secretaría de Hacienda.
Las cuentas públicas presentaron un avance tangible en materia de control fiscal. El déficit presupuestario entre enero y agosto se ubicó en 581 mil millones de pesos, menor a lo proyectado para el periodo.
El superávit primario también mostró un resultado superior al objetivo, alcanzando 240 mil millones de pesos, mientras que los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP) totalizaron 710 mil millones, dentro de los límites aprobados por el Congreso.
La Secretaría resaltó que estos números se lograron a partir de una estrategia de ingresos que permitió un crecimiento real anual de 8.4% en los recursos federales, hilando el quinto año consecutivo de expansión, gracias al dinamismo de la recaudación tributaria y al fortalecimiento de la administración aduanera.
En materia de ingresos, el auge fue impulsado tanto por el contexto económico interno—mayor empleo formal, aumento salarial y resiliencia del consumo—como por el ajuste en esquemas aduanales y la aplicación de nuevas condiciones tarifarias a países sin acuerdo comercial con México.
Los ingresos derivados de impuestos como el ISR y el IVA superaron sus metas programadas, contribuyendo a una base fiscal robusta que, según la secretaría, respalda la sostenibilidad del endeudamiento público.
El manejo prudente de la deuda y la postura conservadora en la toma de financiamiento se tradujeron en condiciones favorables para el Estado mexicano en los mercados.
Durante agosto, no hubo nuevas emisiones, y la totalidad del financiamiento acumulado en el año se mantuvo en línea con el Programa Anual de Financiamiento y los techos autorizados.
Este comportamiento, junto con el reconocimiento explícito de agencias como Fitch, refuerza la percepción favorable sobre el país en los mercados internacionales y asegura un acceso competitivo a financiamiento futuro.
El balance que traza la Secretaría de Hacienda y Crédito Público hacia la segunda mitad de 2025 es el de una economía que preserva la estabilidad fiscal a partir del control del endeudamiento, el crecimiento de los ingresos públicos y el cumplimiento de metas presupuestales reconocidas globalmente.