
El toronjil o melisa se ha destacado en la medicina tradicional latinoamericana no solo por sus aplicaciones contra el estrés y los trastornos digestivos, sino especialmente por sus potenciales efectos para reducir la presión arterial.
Sus propiedades hipotensivas lo convierten en una opción natural cada vez más popular para las personas que enfrentan problemas de hipertensión.
Gracias a su acción sedante y calmante, la infusión de toronjil ha sido utilizada tradicionalmente para mejorar la calidad del sueño, calmar estados nerviosos y tratar molestias estomacales, pero es su efecto en la presión arterial el que cobra relevancia para quienes buscan alternativas complementarias al tratamiento médico convencional.
Mundodeportivo indica que “el uso del toronjil es recomendado para personas que presentan cuadros de ansiedad o tienen niveles altos de hipertensión, pues reduce la presión arterial de manera beneficiosa”.

La preparación de la infusión es sencilla y accesible. Se sugiere colocar una cucharada de hojas de toronjil —secas o frescas— en una taza de agua hirviendo, tapar y dejar reposar durante cinco minutos antes de colar y consumir.
Puede endulzarse con miel si se prefiere. Para obtener un impacto tangible en la salud, la recomendación recogida por varios medios es beber entre tres y cuatro tazas al día, aunque resaltan la importancia de la consulta médica previa, sobre todo si existen otras afecciones crónicas.
Además de su papel para regular la presión, el toronjil actúa como tónico cardíaco y cuenta con propiedades calmantes que ayudan a aliviar síntomas relacionados con el vértigo y los zumbidos de oídos.

“El toronjil se ha asociado con la capacidad de reducir la presión arterial debido a sus propiedades hipotensivas, que pueden ser útiles especialmente en casos de hipertensión y ansiedad”, detalla la información especializada difundida por UnComo.
Entre los beneficios adicionales destacan sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, digestivas y antiespasmódicas, las cuales complementan su acción general sobre el bienestar físico y emocional.
Sin embargo, el mismo medio recalca que se deben observar precauciones especiales: “Es fundamental consultar a un médico antes de usarlo, especialmente si ya se padece alguna enfermedad crónica o se están tomando otros medicamentos”, advierten, subrayando también la necesidad de evitar el toronjil durante el embarazo o la lactancia y de no exceder su consumo para prevenir efectos adversos como náuseas o vómitos.

El toronjil, por tanto, se consolida como una planta versátil que, además de aportar aroma y sabor en infusiones, puede ser un aliado natural en el manejo de la hipertensión, siempre dentro de los límites señalados por profesionales de la salud y respetando las dosis recomendadas por fuentes especializadas.


