
Ell pasado 29 de septiembre se vivió un momento inesperado y, para algunos, casi de película de terror en La Casa de los Famosos México. Mientras los participantes compartían un momento en la cocina, Abelito estaba en la barra con un pan de caja en la mano, listo para ofrecerlo a sus compañeros.
Sin embargo, al fijarse con más atención en el empaque, descubrió algo que hizo que todos saltaran de sorpresa: ¡una cucaracha!
El momento exacto de pánico en la cocina
El hallazgo provocó gritos y saltos de los habitantes. El pan voló al suelo mientras todos intentaban entender lo que estaban viendo. Alexis Ayala aclaró entre risas y un poco de incredulidad: “La cucaracha no estaba dentro del empaque, sino afuera”.
Al principio, algunos pensaron que podría tratarse de un grillo, pero la confirmación no tardó en llegar: efectivamente, se trataba de una cucaracha que, aprovechando la confusión, salió corriendo del pan.

Mar Contreras no dudó en hacer justicia inmediata y la pisó, dejando claro que no había contemplación para el intruso no invitado. Mientras algunos bromeaban sobre la situación, incluso sugiriendo con humor comerse al insecto porque “era proteína”, el ambiente en la cocina se llenó de risas nerviosas y comentarios cómplices entre los participantes.
Lo que parecía un momento de tensión, rápidamente se convirtió en un episodio divertido, recordando que en LCDLF no todo es drama o estrategia: también hay lugar para los imprevistos más curiosos.
La situación se replicó en redes sociales, donde los usuarios no tardaron en reaccionar con comentarios ingeniosos, destacando la espontaneidad y los nervios de los famosos ante el encuentro con la inesperada visitante.
El descubrimiento de la cucaracha se suma a la larga lista de momentos impredecibles que hacen que La Casa de los Famosos México siga siendo un reality lleno de sorpresas.
Entre bromas, risas y sustos, los participantes aprendieron que incluso un simple pan de caja puede convertirse en el centro de atención, y que la convivencia bajo el mismo techo es siempre un terreno fértil para lo inesperado.