
El uso de tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA) es aprovechado no solamente por investigadores y empresas, pues un informe publicado en septiembre de 2025 muestra las diversas formas en la que las estructuras delictivas como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa aprovechan este tipo de herramientas.
La investigación estuvo a cargo del profesor Juan Manuel Aguilar Antonio en el marco del Programa de Asistencia contra el Crimen Transnacional Organizado (Paccto 2.0) con ayuda financiera de la Unión Europea.
Optimizar rutas de trasiego de drogas y personas
Parte de lo que destaca el documento es el uso del denominado smart routing. Los dos grupos con mayor presencia en México han integrado IA en sus operaciones de rutas de trasiego de narcóticos y de personas.

Lo anterior les permite evitar puntos de control, además de calcular tiempos de cruce. Se trata de estrategias desarrolladas con los llamados brookers (intermediarios) digitales ligados al desarrollo de soluciones tecnológicas como servicio.
Aunado a lo anterior, los grupos delictivos también usan vehículos aéreos autónomos para mover droga en pequeñas cantidades, para la recolección de datos y el control de rutas de tráfico.
Nuevas formas de poder criminal: el reconocimiento facial y la automatización
Una parte del documento titulado Uso de la inteligencia artificial por redes criminales de alto riesgo identifica a los grupos del crimen organizado como entidades dedicadas a una especia de gobernanza fuera del marco legal.
Es decir, estructuras que no solo se enfocan en las operaciones económicas ilícitas, sino también en su capacidad para controlar territorios y someter a ciertos actores.

Ha sido detectado "el uso de GenIA [Inteligencia Artificial Generativa] por parte del CJNG o el Cartel de Sinaloa para controlar rutas de tráfico de personas o drogas, detectar infiltraciones y aplicar castigos selectivos mediante sistemas de reconocimiento facial“.
El documento argumenta que los dos grupos criminales referidos han generado un ecosistema que se aprovecha de IA de corte textual y audiovisual, además de herramientas de clonación de voz.
Con la imitación de voces o incluso la creación de deepfakes (archivos manipulados mediante IA que parecen ser legítimos) pueden logarse respuestas emocionales para lograr extorsiones, estas últimas incluso llegan a automatizarse.
“La digitalización progresiva del crimen organizado en México, específicamente en las estructuras operativas del CJNG y el Cártel de Sinaloa, ha dado lugar a una arquitectura tecnológica delictiva profundamente funcional”.
Con la incorporación de tecnologías de IA, los grupos criminales ya no operan únicamente en el terreno físico, pues las capacidades de generar violencia se expanden a las simulaciones digitales, generando incluso amenazas personalizadas, refiere el estudio.