
La mañana de este lunes 22 de septiembre, cientos de usuarios del Tren Suburbano reportaron retrasos superiores a una hora en varias estaciones, donde los andenes se saturaron sin que hubiera información clara sobre la suspensión o lentitud del servicio.
Aunque la empresa Ferrocarriles Suburbanos había informado días atrás que los retrasos estaban relacionados con los trabajos de conexión hacia el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), los pasajeros denunciaron que la comunicación fue tardía, confusa e insuficiente.
De acuerdo con testimonios de pasajeros frecuentes, como Uriel Santillán Vargas, los problemas se han repetido desde finales de agosto, cuando la empresa comenzó a publicar en redes sociales avisos de “intermitencia en el servicio” con apenas uno o dos días de anticipación.
En esos casos, los trenes funcionaron con intervalos de 15 minutos, lo que permitió controlar la situación. Sin embargo, el 11 de septiembre ocurrió un incidente en vía que dejó a los usuarios sin información en estaciones ni en redes sociales.
“La gente estuvo esperando más de 40 minutos sin saber nada. Cuando preguntamos, el jefe de estación dijo que no sabía nada y se retiró, dejando el área vacía”, relató Santillán.
Andenes saturados en Cuautitlán

El episodio más grave se vivió este lunes en la estación Cuautitlán. A partir de las 07:00 horas, los pasajeros ingresaron de manera habitual, pero encontraron los andenes saturados y trenes sin movimiento.
“La sorpresa fue ver gente por todos lados, en escaleras y pasillos, esperando desde las 06:00 sin ninguna postura clara por parte de la empresa”, narró Santillán, quien perdió su día de trabajo.
Los afectados denunciaron que, a pesar de la suspensión del servicio, en las taquillas seguían recargando tarjetas y permitiendo el acceso, sin advertencias ni soluciones.
Personal insuficiente y molestia generalizada
Según Santillán Vargas, solo había un jefe de estación y un guardia de seguridad privada para atender la situación, lo que generó mayor enojo entre los pasajeros.
“El jefe de estación estaba siendo rodeado por varias personas, solicitándole una explicación o solución, sin embargo claramente y temerosamente, solo decía que el servicio era lento y no sabía nada más”.
“No había información en redes sociales ni orientación en la estación. Fue un descontrol total”, señaló otro usuario.
Exigen transparencia y mejor comunicación

Actualmente, el costo del viaje largo en el Tren Suburbano es de 25.50 pesos, tarifa que sube cada año y que los pasajeros consideran elevada frente a las constantes fallas del servicio.
“No solo pagamos el pasaje, también terminamos perdiendo nuestros días laborales”, coincidieron otros pasajeros.
Ante la inconformidad, los pasajeros exigieron a la empresa mayor transparencia, comunicación en tiempo real y medidas de seguridad que eviten aglomeraciones peligrosas en estaciones como Cuautitlán y Tlalnepantla.
Mientras la empresa emitió un par de comunicados en redes donde reembolsará parte de los gastos a los usuarios, pero además informó que las afectaciones seguirán hasta este 25 de septiembre por las obras de Conexión al AIFA, por lo cual, se deben tomar las precauciones necesarias o tomar otro medio de trasporte.
Mientras avanzan los trabajos de conexión con el AIFA, la demanda de los usuarios es clara: que la modernización no se convierta en sinónimo de caos y afectaciones para los miles de pasajeros que dependen diariamente de este medio de transporte.