
Una adolescente de 14 años ingresó a la Clínica Santa María, ubicada en Durango, debido a problemas respiratorios; sin embargo, su padre solicitó al Ministerio Público realizar una necropsia por la presunta realización de una cirugía estética de aumento de seno.
De manera oficial, la causa de muerte de la menor fue edema cerebral, encefalopatía hipóxica y bradicardia.
Presuntamente, el procedimiento de belleza estética se habría realizado sin que el padre de la menor tuviera conocimiento de ello. La Fiscalía General del Estado señala que se deberá investigar el análisis del expediente clínico que ya se tiene en la carpeta de investigación así como el nombre de quién firmó los consentimientos.
De acuerdo con información consultada por Infobae México ante la Fiscalía del Estado, el médico cirujano que intervino a la menor de edad es su padrastro.
El hallazgo de cicatrices quirúrgicas en el cuerpo de una adolescente de 14 años durante su velorio en Durango ha desencadenado una investigación judicial y la exigencia de justicia por parte de su padre, Carlos Arellano.
La menor, identificada como Paloma Nicole Arellano Escobedo, falleció tras haber sido sometida presuntamente a un implante mamario, procedimiento que, según la denuncia, le fue ocultado a su padre.
La secuencia de los hechos comenzó el 11 de septiembre, cuando la madre de Paloma Nicole informó a Carlos Arellano que se aislarían en unas cabañas en la sierra de Durango debido a que la adolescente había dado positivo a covid-19 en su escuela. La madre advirtió que podría haber dificultades para comunicarse por falta de señal telefónica. El padre, separado de la madre de la menor, no sospechó nada irregular en ese momento.
El 15 de septiembre, Carlos Arellano recibió la noticia de que su hija estaba hospitalizada en estado grave en una clínica privada. Según relató en una entrevista televisiva, asumió que la situación se debía a complicaciones derivadas del supuesto contagio de covid-19 durante el viaje a la sierra.
Al llegar al hospital, encontró a su hija en coma inducido e intubada, tras haber sufrido un paro cardiorrespiratorio que provocó inflamación en la parte superior del cerebro. “La verdad, no sabía más. Ya no pude hablar con mi hija, ya estaba en coma, no hubo forma”, detalló Carlos Arellano.
Durante la semana de hospitalización, el personal médico realizó limpiezas internas a la menor por acumulación de mucosidad. El 19 de septiembre, los médicos observaron una mejoría y procedieron a desintubarla. “Había movimiento en su mano, me tomó de la mano, pudo voltear su cabecita para los lados”, narró el padre. Sin embargo, esa misma noche el estado de Paloma Nicole se agravó nuevamente debido a una inflamación en la parte baja del cerebro, y los médicos informaron que el cuadro era “muy grave, terminal”. Al día siguiente, los doctores diagnosticaron muerte cerebral.