¿Cómo afecta el café a la salud de tus dientes? Esto es lo que debes saber

Existen hábitos y medidas de seguridad que ayudan a reducir la incidencia negativa de esta bebida sobre la salud bucodental

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La presencia de taninos y
La presencia de taninos y la acidez en esta bebida estimulan la acumulación de pigmentos en el esmalte dental. Foto: (iStock)

El impacto del café en la salud bucal va mucho más allá de su popularidad como bebida estimulante. Aunque millones de personas lo incorporan a su rutina diaria por su sabor, aroma y efecto energizante, su consumo habitual puede provocar alteraciones notables en la apariencia y la estructura de los dientes.

Entre los efectos más visibles, las manchas en el esmalte representan una de las consecuencias más frecuentes. El café contiene taninos, compuestos orgánicos que favorecen la acumulación de pigmentos en la superficie dental. Estos taninos se adhieren con facilidad a los dientes, lo que facilita que, con el tiempo, adquieran un tono amarillento o marrón.

La alta concentración de taninos y la acidez del café lo convierten en una bebida especialmente agresiva en comparación con otras bebidas oscuras como el vino tinto o el té negro. Además, el calor del café puede dilatar levemente los poros del esmalte, incrementando la absorción de pigmentos y, por tanto, la intensidad de las manchas.

Los dientes amarillos podrían estar
Los dientes amarillos podrían estar relacionados con el consumo desmedido de café. Foto: (iStock)

La erosión del esmalte es otro de los riesgos asociados al consumo frecuente de café. Con un pH que puede variar entre 4,5 y 6, el café se clasifica como una bebida ácida. Esta acidez contribuye al desgaste de la capa protectora que recubre los dientes.

Cuando el esmalte se erosiona, los dientes se vuelven más sensibles a estímulos como el frío, el calor o el tacto, y quedan más expuestos a la formación de caries. Aunque un consumo moderado no suele causar daños graves, la frecuencia y la forma de ingerir café influyen considerablemente. Por ejemplo, tomar café en pequeños sorbos a lo largo del día mantiene los dientes en contacto constante con el ácido, lo que aumenta el riesgo de erosión.

El café también puede incidir en el mal aliento o halitosis. Su consumo reduce la producción de saliva, lo que facilita la proliferación de bacterias bucales. Si se añade azúcar o leche, ingredientes habituales, se incrementa la formación de placa bacteriana, un factor que afecta tanto la salud de las encías como la frescura del aliento.

El consumo excesivo de café
El consumo excesivo de café podría incidir negativamente sobre la superficie dental. Foto: (Imagen ilustrativa infobae)

Para quienes desean seguir disfrutando del café sin comprometer la salud dental, existen estrategias que ayudan a minimizar sus efectos negativos. Se recomienda cepillarse los dientes al menos 30 minutos después de consumir café, ya que hacerlo de inmediato puede dañar el esmalte si este se encuentra debilitado por la acidez.

Utilizar popote o pajilla reduce el contacto directo de la bebida con los dientes. Beber agua tras el café contribuye a neutralizar la acidez y eliminar residuos. Optar por cafés de menor acidez o versiones frías puede resultar menos perjudicial para el esmalte. Además, las visitas regulares al dentista para limpiezas y revisiones profesionales son fundamentales para mantener la salud bucal.

Las manchas, la sensibilidad dental y la acumulación de placa son consecuencias habituales del consumo de café que, con el tiempo, pueden afectar la sonrisa. No obstante, la adopción de buenos hábitos de higiene y pequeñas modificaciones en la forma de consumir esta bebida permiten disfrutarla sin poner en riesgo la salud de los dientes.