
“Darle vida a estos personajes es darle voz, al final del día, a todos esos héroes sin capa que arriesgaron sus vidas, no nada más en el 85, sino también en el 17”, comentó Luis Fernando Peña sobre su participación en Cada minuto cuenta, una serie de ficción inspirada en el sismo que sacudió a la Ciudad de México el 19 de septiembre de 1985.
La segunda temporada se estrenó el pasado 12 de septiembre en la plataforma de streaming Prime Video y continúa con la historia de hombres y mujeres que quedaron atrapados entre los escombros de algunos edificios que se derrumbaron en CDMX.

“La dificultad que yo profesionalmente encontré fue la falta de referencia acerca de la proyección”, añade Antonio de la Vega al hablar sobre el reto de recrear, con honestidad, los momentos de emergencia y dolor que marcaron a miles de habitantes.
Los actores no solo compartieron las exigencias técnicas y emocionales detrás de sus interpretaciones, sino también la importancia colectiva de mantener viva la memoria.

“Este país se levantó primero por ellos (los propios damnificados), ¿no? Gracias a que ellos fueron los primeros en salir y levantar las piedras, así como rescatar vidas, pues gracias a ellos también se terminó de levantar este país en ambos sucesos, específicamente en 1985”, continuó Peña en entrevista con Infobae México.
El desafío de encarnar a víctimas del sismo de 1985
Para Luis Fernando Peña y Antonio de la Vega, participar en la segunda y última temporada de Cada minuto cuenta significó mucho más que asumir un papel protagónico: fue enfrentarse al reto de representar uno de los acontecimientos más sensibles en la historia de la Ciudad de México. Desde el primer momento, la carga emocional estuvo presente.
De la Vega describe: “El personaje me exigía, en la primera entrega, estar desapegado de la desgracia, estar más interesado en el daño que me estaba generando en mis intereses políticos y económicos... pero ya en esta última temporada, la exigencia va en otro sentido, va en el sentido de darme cuenta que al personaje ya se le afectaba de manera personal, ya no tanto en lo político o en lo económico, y reivindicar a este personaje con todo lo que acontece”.
Del otro lado, Peña destaca cómo su personaje, Pepín, estuvo marcado por la tragedia desde el principio, subrayando el dolor y la vulnerabilidad de quienes vivieron el sismo:
“Acá a Pepín le afecta la tragedia desde el minuto uno. Tomando en cuenta que su esposa trabaja en el hospital general, que su comadre es una de las enfermeras que quedan atrapadas en la primera temporada”, dijo.
Los actores coinciden en que uno de los mayores retos fue hacer justicia a la memoria de quienes estuvieron presentes en los momentos críticos.
Esta sensibilidad se hace aún más notoria cuando los actores relatan cómo, a través de sus interpretaciones, buscaron honrar no solo a las víctimas directas, sino también a quienes pusieron el cuerpo y el alma en los esfuerzos de rescate y reconstrucción.
“Es un gusto poder hacer este homenaje a todos los héroes, tanto a los que sobrevivieron como los que perecieron durante la catástrofe”, afirma De la Vega.