¿Qué hace el bicarbonato de sodio en los riñones? 

Este producto, conocido por sus propiedades antiácidas, se utiliza para equilibrar el pH sanguíneo en personas con problemas renales

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El bicarbonato de sodio ayuda
El bicarbonato de sodio ayuda a equilibrar el pH sanguíneo y puede retrasar el deterioro de la función renal. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El bicarbonato de sodio, es un compuesto que suele encontrarse en muchos hogares y que, más allá de sus aplicaciones en la cocina o la higiene, desempeña un papel relevante en el ámbito médico.

De acuerdo con Medical News Today, este producto posee propiedades antiácidas y ha sido empleado en el tratamiento de diferentes trastornos relacionados con el exceso de ácido en el organismo. Uno de los escenarios clínicos donde su uso cobra especial importancia es en personas que padecen enfermedad renal crónica (ERC), una condición que puede afectar la capacidad de los riñones para filtrar adecuadamente la sangre.

Cuando los riñones fallan en su función depurativa, se puede presentar un problema llamado acidosis metabólica. Este fenómeno ocurre debido a una acumulación de ácido en el torrente sanguíneo, ya que estos órganos no logran eliminar suficiente cantidad de esta sustancia.

Entre los efectos secundarios del
Entre los efectos secundarios del bicarbonato de sodio se encuentran dolores de cabeza, náuseas y molestias digestivas. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Aunque las manifestaciones de la acidosis pueden pasar desapercibidas en las etapas iniciales, el avance de la enfermedad puede desencadenar síntomas como fatiga, debilidad inespecífica, alteraciones en la respiración y, en algunos casos, confusión. Ante estos síntomas, el bicarbonato de sodio surge como una opción de tratamiento orientada a equilibrar el pH de la sangre y minimizar las molestias asociadas.

El mecanismo de acción del bicarbonato de sodio radica en su capacidad para incrementar los niveles de alcalinidad en la sangre, neutralizando así el exceso de ácido. Generalmente, se administra a través de tabletas o en polvo con el objetivo de evitar que los niveles de acidez alcancen valores peligrosos.

Utilizar el bicarbonato de sodio puede ralentizar el deterioro progresivo de la función renal, lo cual representa una ventaja significativa para los pacientes con ERC, al contribuir a mantener sus funciones renales durante mayor tiempo y mejorar algunos parámetros vasculares.

Entre los beneficios asociados al uso de bicarbonato de sodio en personas con enfermedad renal crónica destaca su capacidad para ayudar a retrasar el avance de la insuficiencia renal. Además, mantener controlada la acidosis metabólica reduce el riesgo de que los pacientes experimenten complicaciones adicionales, tales como problemas óseos o musculares.

El consumo excesivo o sin
El consumo excesivo o sin supervisión médica puede causar alcalosis, temblores y alteraciones cardíacas. - (Imagen Ilustrativa Infobae)

A pesar de las ventajas terapéuticas, no todo es positivo. La ingesta de bicarbonato de sodio puede estar vinculado a una serie de efectos secundarios leves y moderados. Entre los más frecuentes se encuentran dolores de cabeza, sensación desagradable en la boca, molestias musculares, náuseas y casos de intranquilidad. Algunas personas pueden experimentar un aumento en la necesidad de orinar o sentir ciertas molestias digestivas.

Cuando las dosis de bicarbonato de sodio no se ajustan adecuadamente o el tratamiento se prolonga sin supervisión médica, existe el riesgo de que la sangre se vuelva excesivamente alcalina, condición que puede provocar temblores, debilidad, sensación de hormigueo y alteraciones en el ritmo cardíaco.

Por otro lado, el uso prolongado de suplementos de bicarbonato de sodio conlleva riesgos específicos para quienes padecen enfermedad renal crónica. Uno de los principales problemas es la retención de líquidos mediada por el sodio, la cual puede acarrear consecuencias como aumento de peso, presión arterial alta, acumulación de líquidos en piernas y, en situaciones más graves, insuficiencia cardíaca.

También es posible que se presenten niveles elevados de sodio en sangre, problema conocido como hipernatremia, que exige atención para evitar complicaciones mayores. Ante cualquier síntoma recuerda consultar a un profesional de la salud.