El consumo de postres refrescantes durante los meses cálidos tiende a aumentar y, ante la preocupación por llevar una alimentación más equilibrada, cada vez más personas optan por alternativas caseras y saludables.
Entre ellas, el helado de limón saludable se presenta como una opción baja en calorías, sin azúcares añadidos y sencilla de preparar en casa, ideal para quienes desean cuidarse sin renunciar al placer de un postre frío.
La base de esta preparación consiste en combinar ingredientes naturales, fácilmente disponibles y que no comprometen los objetivos de quienes buscan perder peso o mantener una dieta baja en azúcares. Limón, yogur y edulcorante son los pilares sobre los que se construye esta receta, en la que destaca la ausencia de crema, nata o azúcares simples.
Receta del helado de limón “fit”
Ingredientes:
- 4 limones grandes (preferentemente orgánicos)
- 400 gramos de yogur natural descremado o griego sin azúcar
- 2 o 3 cucharadas soperas de edulcorante apto para cocción (puede ser stevia o eritritol)
- Ralladura de 1 limón
- Opcional: unas hojas de menta fresca para decorar
Preparación:
1. Lavar bien los limones y rallar la piel de uno de ellos sin llegar a la parte blanca.
2. Exprimir el jugo de los limones hasta obtener aproximadamente 120 ml.
3. En un bol grande, colocar el yogur y agregar el edulcorante. Mezclar hasta que quede homogéneo.
4. Sumar el jugo de limón recién exprimido y la ralladura. Integrar bien todos los ingredientes.
5. Verter la mezcla en un recipiente apto para congelador. Tapar y dejar en frío al menos 60 minutos.
6. Pasado el primer tiempo de congelación, batir la mezcla con un tenedor o batidor de mano para evitar que se formen cristales de hielo. Repetir la operación cada 30 minutos, durante 2 o 3 horas, hasta lograr una textura suave y cremosa.
7. Cuando el helado alcance la consistencia deseada, servir en copas individuales y decorar con hojas de menta o una rodaja fina de limón.
Este helado de limón saludable contiene vitamina C, proteínas del yogur y muy pocas calorías, lo que lo convierte en una alternativa refrescante y apta para quienes buscan controlar su peso. Se puede personalizar usando yogur vegetal o añadiendo toppings naturales, como alguna fruta fresca.
La receta resulta atractiva para niños y adultos por su sabor cítrico e intenso, ideal en días de altas temperaturas. Puede conservarse en el congelador hasta cinco días sin perder sus cualidades.
