
En la colonia La Condesa, Ciudad de México, una vendedora de tamales se convirtió en tendencia en redes sociales tras enfrentar con seguridad a un joven licenciado en administración de empresas que intentó menospreciarla por no haber terminado sus estudios. La entrevista fue difundida en la cuenta de TikTok “El rey del barrio” y ha superado los 28 millones de reproducciones, generando miles de comentarios y reacciones.
El influencer planteó la pregunta que desató la conversación: “¿Quién gana más, una tamalera o un licenciado en administración de empresas?”. La mujer respondió con firmeza, asegurando que para ella “no había rival”, ante lo que el joven insistió en que una persona con estudios podría obtener mayores ingresos que alguien sin ellos.
La tamalera explicó que en La Condesa suele vender entre 300 y 500 tamales diarios, con un precio de 50 pesos cada uno y una ganancia de 30 pesos por unidad.
“Vendo tamales y vendo como 300 tamales al día… a veces vendemos 500 tamales, son de a 50 pesos, ¿te imaginas? Sí me gano una lanita. Por cada tamal gano 30 pesos libres de ganancia…”, detalló, dejando en evidencia que sus ingresos diarios pueden superar los 9 mil pesos.

Además, destacó que su negocio genera empleo para al menos 10 personas, consolidando su emprendimiento como una fuente significativa de trabajo y economía local. Calculando sus ingresos mensuales, la vendedora alcanza casi 300 mil pesos, cifra que supera ampliamente el salario del joven profesional, quien actualmente trabaja como gerente en Home Depot y percibe un sueldo mensual de 18 mil pesos.
El video no solo evidenció la diferencia económica entre ambos, sino que también abrió un debate sobre la percepción del éxito y la educación formal. La mujer, que únicamente cursó hasta la primaria, demostró que el esfuerzo, la constancia y el emprendimiento pueden ser igual de rentables que una carrera universitaria. Por su parte, el joven profesional manifestó su sorpresa y cierto descontento ante la inequidad que supone que alguien sin estudios académicos pueda generar mayores ingresos que un titulado universitario.
El caso de la tamalera de La Condesa se ha convertido en un ejemplo viral de resiliencia y emprendimiento, recordando que el talento, la dedicación y la creatividad pueden superar muchas barreras tradicionales de la educación formal.