
La tarde del pasado 8 de septiembre de 2025, la plazuela principal de Ayotla, en Ixtapaluca, Estado de México, fue escenario de una tragedia que conmocionó a la comunidad. Un hombre de aproximadamente 30 años falleció tras atragantarse con un pedazo de chicharrón mientras comía frente a una tienda de conveniencia, en plena vía pública y ante la mirada de decenas de personas.
Testigos relataron que el incidente ocurrió de manera repentina: la víctima comenzó a mostrar signos de asfixia y, aunque varios presentes intentaron auxiliarlo, no lograron liberar sus vías respiratorias. Cuando los servicios de emergencia llegaron al lugar, ya no pudieron hacer nada por salvarle la vida.
La consternación se apoderó de quienes presenciaron el suceso. Algunos vecinos señalaron la falta de capacitación generalizada en primeros auxilios como una de las razones por las que no fue posible ayudar a tiempo al hombre. Entre los comentarios surgió la preocupación por la necesidad de que más personas conozcan cómo actuar ante emergencias de este tipo.
Elementos de emergencias médicas llegaron al lugar de los hechos para intentar salvar la vida de la víctima, no obstante, cuando lo revisaron confirmaron que ya no tenía signos vitales, por lo que procedieron a llamar a las autoridades locales para realizar las labores de levantamiento de cuerpo.

Una forma muy común de perder la vida
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México las muertes accidentales por atragantamiento representan alrededor del 5% de los decesos por asfixia. Este dato subraya la importancia de que la población conozca maniobras como la de Heimlich, que pueden ser decisivas en situaciones de asfixia por obstrucción de las vías respiratorias.
Organizaciones de salud y paramédicos han reiterado la urgencia de fomentar la capacitación en primeros auxilios entre la ciudadanía, ya que una respuesta rápida y adecuada puede marcar la diferencia en casos similares.

¿Qué hacer en caso de que una persona se esté asfixiando?
Si una persona se está ahogando y no puede respirar o toser, es fundamental actuar con rapidez. Estos son los pasos a seguir para auxiliarla:
- Verifica la situación. Asegúrate de que la persona realmente no puede respirar, hablar ni toser. Si puede toser o hacer ruidos, anímala a seguir tosiendo para intentar expulsar el objeto por sí misma.
- Llama a emergencias. Pide a alguien que llame al número local de emergencias (en México, 911) o hazlo tú mismo si estás solo.
- Aplica la maniobra de Heimlich (compresiones abdominales) en adultos y niños mayores
- Colócate detrás de la persona.
- Rodea su cintura con tus brazos.
- Haz un puño con una mano y colócalo justo por encima del ombligo y por debajo del esternón.
- Sujeta el puño con la otra mano y realiza compresiones rápidas hacia adentro y hacia arriba.
- Repite hasta que el objeto sea expulsado o la persona vuelva a respirar.
- Si la persona pierde el conocimiento
- Acuéstala cuidadosamente en el suelo.
- Llama (o asegúrate de que alguien ya llamó) a los servicios médicos.
- Si sabes hacerlo, inicia maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP).
- Revisa la boca para detectar y retirar el objeto solo si es visible y accesible.
- En bebés (menores de 1 año)
- Sostén al bebé boca abajo, apoyado en tu antebrazo.
- Da 5 palmadas firmes entre los omóplatos.
- Si no se expulsa el objeto, voltea al bebé, colócalo boca arriba y administra 5 compresiones en el pecho con dos dedos, justo debajo de la línea de los pezones.
- Alterna palmadas y compresiones hasta que respire o llegue ayuda.
No realices maniobras si la persona puede toser eficazmente, ni pongas en riesgo tu propia seguridad. Recibir capacitación en primeros auxilios aumenta la efectividad ante una emergencia.