
Más allá de consultar el pronóstico del clima para saber qué vestir o si cargar o no con un paraguas, el reporte meteorológico es un instrumento que se se ha convertido en algo fundamental para diversos sectores como el del transporte (por cielo, mar y tierra), la agricultura, el turismo, la prevención de desastres, la salud pública y hasta para llevar a cabo operaciones militares.
Pero si de por sí predecir el estado del tiempo podría resultar complejo a ello se le suma otra variante: el cambio climático, que ha hecho aún más urgente la necesidad de mantenerse al tanto para poder actuar y adoptar políticas públicas que reduzcan los riesgos de desastres como alertas sobre inundaciones, sequías, olas gélidas, un mal aterrizaje y otros fenómenos relacionados.
En este contexto, aquí el reporte meteorológico para las próximas horas en Guadalajara este sábado 6 de septiembre:
El clima para este sábado en Guadalajara alcanzará los 27 grados, mientras que la temperatura mínima será de 17 grados. El pronóstico de los niveles de los rayos ultravioleta es de 12.
En cuanto a la lluvia, la previsión de precipitaciones para dicha ciudad será del 96%, con una nubosidad del 79%, durante el día; y del 25%, con una nubosidad del 87%, a lo largo de la noche.
En tanto, las ráfagas de viento alcanzarán a los 22 kilómetros por hora en el día y los 20 kilómetros por hora por la noche.

El clima tapatío
Una de las capitales más importantes de México, Guadalajara, goza de un clima de tipo templado subhúmedo subtropical que además está muy marcado en dos principales temporadas diferenciadas principalmente por la humedad o el clima seco.
Durante la primavera el clima es más seco y cálido, pero mayo y junio son los meses más calurosos de dicha capital, con temperaturas que rondan máximos de 35 grados y mínimas de 13 grados.
La temporada de lluvias se hace presente durante el verano (junio a octubre), cuando por lo regular se registran tormentas eléctricas, fuertes vientos y granizadas que hacen que el termómetro descienda a una temperatura de 26.5 grados. Julio es el mes más lluvioso y el que trae mayor cantidad de días nublados.
Para el otoño las precipitaciones se reducen y aunque hay días soleados, los vientos son fríos. En el invierno el termómetro tiene una media de 5 grados con ocasionales heladas.
En cuanto a las marcas históricas, se tiene que la temperatura máxima se registró el 6 de mayo de 1994 cuando el termómetro aumentó hasta los 38.7 grados; mientras que la más baja se registró el 14 de diciembre de 1997, cuando bajó a los -7.0 grados, lo que tuvo como consecuencia la segunda caída de nieve en la ciudad desde la primera ocurrida el 8 de febrero de 1881.

México reporta incremento en pérdidas de viviendas tras fenómenos meteorológicos extremos
La falta de preparación ante fenómenos hidrometeorológicos representa un costo diario superior a los 25 millones de pesos para las empresas mexicanas, según datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS). Entre 2012 y 2024, se pagaron en promedio 7,591 millones de pesos anuales por siniestros relacionados con tormentas, lluvias intensas e inundaciones, un incremento del 91% respecto al periodo 2001–2012.
Este panorama refleja la creciente vulnerabilidad operativa y financiera de las compañías, especialmente durante la temporada de huracanes, que se extiende hasta el 30 de noviembre, de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
El pronóstico para 2025 indica una alta actividad ciclónica, con la posible formación de entre 8 y 9 tormentas tropicales, 4 o 5 huracanes de categoría 1 o 2 y hasta 6 huracanes intensos, de categoría 3 o superior.
Ante este escenario, Eduardo Gutiérrez, Socio Director en Eikos, consultora especializada en seguros y administración de riesgos, recomienda reforzar tres pilares fundamentales: seguros adecuados, protocolos internos robustos y alianzas estratégicas predefinidas.
En cuanto a cobertura, Gutiérrez advierte que disponer de una póliza no garantiza protección suficiente; “Una póliza integral frente a fenómenos hidrometeorológicos debe contemplar al menos los siguientes elementos: cobertura por huracanes, tormentas, granizo, deslaves e inundaciones; protección frente a interrupción de actividades o pérdida de ingresos; daños a bienes en tránsito o en uso fuera de planta; gastos adicionales por reubicación temporal; remoción de escombros y limpieza; procesos preferenciales de atención de siniestros”, detalla el especialista.
Además, recomienda revisar periódicamente los valores asegurados y mantener actualizadas las ubicaciones de los activos.
Un Plan de Respuesta ante Tormentas (ERP) debe contemplar cinco etapas:
Planeación anual.
Preparación inicial y final.
Respuesta durante el evento.
Recuperación posterior, incluyendo simulacros.
Actualización constante de procedimientos.
Más allá de los seguros, los protocolos internos juegan un papel clave en la gestión de riesgos. Alicia Martínez, Subdirectora de Daños, Autos y Fianzas de Eikos, señala que “es de gran relevancia que los protocolos incluyan canales de comunicación seguros, asignación de responsables por área y mecanismos para documentar daños con el fin de facilitar la gestión con aseguradoras y reducir el impacto en la continuidad del negocio”.