
A consecuencia del cambio climático, las variaciones en el estado del tiempo son más constantes lo que provoca que, en un solo día, pueda haber altas temperaturas, lluvias constantes, así como fuertes heladas.
Lo mejor es tomar precauciones y checar el pronóstico del clima de acuerdo con AccuWeather para este jueves 4 de septiembre en Tijuana.
Temperatura máxima:
- 29 grados
Temperatura mínima
- 18 grados
El pronóstico del índice de los rayos UV es de 8.
En cuanto a la lluvia, la previsión de precipitaciones para dicha ciudad será del 0%, con una nubosidad del 1%, durante el día; y del 0%, con una nubosidad del 32%, a lo largo de la noche.
En tanto, las ráfagas de viento:
- 33 kilómetros por hora en el día
- 18 kilómetros por hora por la noche

Cuál es el clima en Tijuana
Tijuana, una de las ciudades principales de Baja California, posee un clima de tipo semiárido caracterizado por tener veranos secos y templados a cálidos, así como inviernos suaves y húmedos. La temperatura promedio anual es de 17.5 grados.
Debido a que tiene salida al océano Pacífico y su cercanía a California, sus costas son frías durante el verano y templadas en el invierno; asimismo, las lluvias no son tan abundantes y ocurren por frentes fríos o tormentas generadas entre noviembre y abril.
Del otoño a la primavera es común que se dé el fenómeno conocido como “Vientos de Santa Ana”, que se caracterizan por ser vientos fuertes, secos y calientes que van de las montañas al mar y que pueden ocasionar olas de calor por arriba de los 30 grados.
Por otro lado, la temperatura mínima récord ha sido de -9.4 y la máxima de 48.2 grados, asimismo, ha nevado hasta en cinco ocasiones (en los años 1967, 2007, 2008, 2014, 2021) aunque en realidad las bajas temperaturas son extrañas en esta zona.

Incremento en pérdidas de viviendas tras fenómenos meteorológicos extremos
La falta de preparación ante fenómenos hidrometeorológicos representa un costo diario superior a los 25 millones de pesos para las empresas mexicanas, según datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS). Entre 2012 y 2024, se pagaron en promedio 7,591 millones de pesos anuales por siniestros relacionados con tormentas, lluvias intensas e inundaciones, un incremento del 91% respecto al periodo 2001–2012.
Este panorama refleja la creciente vulnerabilidad operativa y financiera de las compañías, especialmente durante la temporada de huracanes, que se extiende hasta el 30 de noviembre, de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
El pronóstico para 2025 indica una alta actividad ciclónica, con la posible formación de entre 8 y 9 tormentas tropicales, 4 o 5 huracanes de categoría 1 o 2 y hasta 6 huracanes intensos, de categoría 3 o superior.
Ante este escenario, Eduardo Gutiérrez, Socio Director en Eikos, consultora especializada en seguros y administración de riesgos, recomienda reforzar tres pilares fundamentales: seguros adecuados, protocolos internos robustos y alianzas estratégicas predefinidas.
En cuanto a cobertura, Gutiérrez advierte que disponer de una póliza no garantiza protección suficiente; “Una póliza integral frente a fenómenos hidrometeorológicos debe contemplar al menos los siguientes elementos: cobertura por huracanes, tormentas, granizo, deslaves e inundaciones; protección frente a interrupción de actividades o pérdida de ingresos; daños a bienes en tránsito o en uso fuera de planta; gastos adicionales por reubicación temporal; remoción de escombros y limpieza; procesos preferenciales de atención de siniestros”, detalla el especialista.
Además, recomienda revisar periódicamente los valores asegurados y mantener actualizadas las ubicaciones de los activos.
Un Plan de Respuesta ante Tormentas (ERP) debe contemplar cinco etapas:
- Planeación anual.
- Preparación inicial y final.
- Respuesta durante el evento.
- Recuperación posterior, incluyendo simulacros.
- Actualización constante de procedimientos.
Más allá de los seguros, los protocolos internos juegan un papel clave en la gestión de riesgos. Alicia Martínez, Subdirectora de Daños, Autos y Fianzas de Eikos, señala que “es de gran relevancia que los protocolos incluyan canales de comunicación seguros, asignación de responsables por área y mecanismos para documentar daños con el fin de facilitar la gestión con aseguradoras y reducir el impacto en la continuidad del negocio”.