
La próxima edición de “Un Viaje al Mictlán” promete transformar la manera en que los habitantes y visitantes de la Ciudad de México experimentan la tradición del Día de Muertos.
A partir del 26 de septiembre de 2025, el sótano 2 del estacionamiento de Plaza Metrópoli Patriotismo se convertirá en el escenario de una instalación inmersiva que fusiona arte, tecnología y la cosmovisión mexica, permitiendo a los asistentes recorrer los nueve niveles del inframundo tal como los concebían las culturas prehispánicas.
La propuesta, desarrollada por Fantasy Lab México, se inspira en códices antiguos y en particular en el Códice Vaticano, y utiliza una combinación de narrativa, escenografía y animaciones digitales para sumergir al público en un recorrido sensorial de poco más de 60 minutos.
Cada sala representa una etapa del tránsito del alma hacia la eternidad, evocando emociones profundas y reflexiones sobre el renacimiento, la pérdida y la conexión con las raíces ancestrales. Esta experiencia cobra especial relevancia en vísperas del Día de Muertos, una de las festividades más emblemáticas de México.

El proyecto ha sido reconocido internacionalmente, obteniendo cinco premios Telly en 2025 en categorías como mejor diseño de personaje, narrativa y experiencia inmersiva. La edición de este año incorpora escenarios inéditos, sonidos envolventes y proyecciones realistas que refuerzan la conceptualización del inframundo mexica, consolidando a “Un Viaje al Mictlán” como una de las experiencias más esperadas en la capital.
Los boletos para acceder a la instalación están disponibles desde el 29 de agosto en la página oficial de Fantasy Lab y en las taquillas del recinto. El costo general es de $390 pesos por persona, mientras que la experiencia nocturna, denominada “Mictlán de Noche”, tiene un precio de $450 pesos e incluye una ambientación especial.
Los horarios de visita son de lunes a viernes de 13:00 a 20:04 h, sábados y domingos de 11:00 a 20:04 h, y para la experiencia nocturna, los viernes y sábados de 20:30 a 01:00 h, con el último acceso permitido a las 23:30 h.
El recorrido está guiado y acompañado de efectos que simulan el viaje al más allá según la visión mexica. Los visitantes transitan por los nueve niveles del Mictlán, enfrentando retos simbólicos que representan el desapego de lo terrenal y la purificación del alma.

En la mitología mexica, el Mictlán no era un lugar de castigo, sino un sitio de transición y purificación, gobernado por los dioses Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl. El viaje al Mictlán duraba cuatro años, durante los cuales el alma debía superar obstáculos en cada uno de los niveles, desde cruzar un río con la ayuda de un xoloitzcuintle hasta atravesar montañas de obsidiana, vientos cortantes y nieblas cegadoras.
Cada nivel del Mictlán tiene un significado particular: el primero, Itzcuintlán, exige la ayuda de un perro sagrado para cruzar un río; en Tepeme Monamictlan, el alma debe sortear montañas que se cierran; Itztépetl presenta una montaña de obsidiana; Itzehecayan es un lugar de vientos afilados; Pancuetlacaloyan arrastra al alma como una bandera; Temiminaloyan la expone a flechas invisibles; Teyollocualoyan implica ser devorado por jaguares; Itzmictlan Apochcalolca sumerge en niebla y soledad; y finalmente, Chicunamictlán es la morada de los muertos, donde el alma alcanza el descanso eterno.
La instalación no solo busca impactar visualmente, sino también invitar a la reflexión sobre el ciclo de la vida, la muerte y el renacimiento, elementos centrales en la cosmovisión mexica y en la celebración del Día de Muertos.