
El escritor franco-libanés, Amin Maalouf, fue distinguido con el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2025.
Un galardón que reconoce no solo su trayectoria literaria, sino también su capacidad para analizar los desafíos contemporáneos de la humanidad.
El acontecimiento
Durante su participación en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, el autor reflexionó sobre el contraste entre los avances tecnológicos alcanzados en las últimas décadas y la persistente rigidez de las mentalidades sociales y políticas.
Maalouf, reconocido por obras como León el Africano, Las cruzadas vistas por los árabes, El viaje de Baldassare, El desajuste del mundo, Los desorientados e Identidades asesinas, advirtió que el progreso en áreas científicas y técnicas no ha sido acompañado por una evolución proporcional en la forma de pensar y convivir. En su discurso, subrayó que la humanidad ha avanzado en muchos dominios, pero no en las mentalidades, lo que mantiene abiertas heridas vinculadas al nacionalismo, la migración y las desigualdades culturales.
El jurado del premio destacó su narrativa lúcida y comprometida con los problemas del presente, así como su capacidad para tender puentes entre Oriente y Occidente. A través de su escritura, Maalouf ha explorado los dilemas de la identidad, la pertenencia y la memoria histórica, temas que adquieren relevancia en un mundo marcado por la polarización y el auge de discursos excluyentes.

Literatura como herramienta
En Guadalajara, el novelista insistió en que la literatura no solo es un espacio para la creación estética, sino también un medio de sanación social y cultural. “La literatura puede ser un remedio”, señaló, en referencia a su potencial para despertar conciencia, promover la empatía y abrir debates que la política y la economía suelen relegar.
“Aunque ninguna nación, ninguna comunidad humana, ningún ámbito de civilización posea todas la virtudes ni cuente con todas las respuestas (...) ¿no deberíamos volver a plantearnos en profundidad la forma en que se gobierna nuestro mundo para prepararles a las futuras generaciones un porvenir más sereno, que no esté compuesto de guerras frías o calientes ni de luchas interminables por la supremacía?“. El laberinto de los extraviados. Occidente y sus adversarios (2024, ensayo).
Su perspectiva conecta con la misión de la Feria Internacional del Libro, uno de los encuentros literarios más importantes de habla hispana, que cada año convoca a escritores, editores y lectores de todo el mundo. El reconocimiento a Maalouf fortalece la vocación de la FIL como un espacio de encuentro entre culturas y de reflexión sobre el rumbo de las sociedades modernas.
Entre dos mundos
Nacido en Beirut en 1949 y nacionalizado francés, el autor ha vivido en carne propia el cruce de culturas y las tensiones de la migración. Esa experiencia personal lo llevó a abordar en su obra las fracturas entre tradición y modernidad, así como las consecuencias del desarraigo. Su mirada crítica sobre el presente parte de una premisa clara: el progreso material es insuficiente si no se acompaña de un cambio en la conciencia colectiva.
Al recibir el Premio FIL 2025, el escritor recordó que el siglo XXI enfrenta una paradoja: nunca antes la humanidad había tenido tantas herramientas para transformar la realidad, pero al mismo tiempo persisten conflictos que revelan la dificultad de superar prejuicios y rivalidades. Para Maalouf, la literatura tiene la tarea de narrar esos dilemas y ofrecer claves para entenderlos.
El galardón lo coloca en la lista de autores universales que han hecho de la palabra un puente hacia la reflexión crítica, invitando a repensar los límites del progreso y el papel de las mentalidades en la construcción de un futuro más justo.
