Las uvas, reconocidas por su sabor dulce y refrescante, ocupan un lugar especial en la mesa mexicana gracias a su versatilidad y cualidades nutricionales. Frescas, en cóctel, postres o acompañando recetas saladas, estas frutas aportan mucho más que un deleite al paladar. De acuerdo con El Poder del Consumidor, este alimento es recomendado tanto por su valor histórico y cultural como por los múltiples beneficios que puede aportar a la salud.
Originaria de la vid, la uva es una fruta esférica, carnosa y jugosa, agrupada en racimos y protegida por una piel delgada pero resistente. La variedad disponibles en el mercado mexicano va desde las verdes sin semilla hasta las globo, que superan los 2.5 centímetros de diámetro.
Sonora destaca como el principal productor nacional de uvas, lo que coloca a México en el lugar 25 entre los mayores productores del mundo. Esta producción permite que los frutos se consuman durante todo el año.
Las uvas sobresalen por el aporte de vitaminas A, C, E y del grupo B, además de minerales como el calcio, fósforo, magnesio, potasio, hierro y zinc. Cada 100 gramos proporcionan alrededor de 69 calorías, 0.72 gramos de proteína, 18.1 gramos de carbohidratos, 0.9 gramos de fibra y 191 miligramos de potasio. Se trata de una fruta baja en grasas saturadas y colesterol, lo que la convierte en una opción ligera y saludable para todo tipo de dieta.
Uno de los principales beneficios de la uva para la salud está vinculado a su capacidad antioxidante. Sobre todo las de cáscara oscura, gracias al resveratrol contenido en su piel, contribuyen a bloquear los radicales libres responsables del envejecimiento celular y distintas patologías degenerativas.
Además del resveratrol, las uvas se consideran aliadas para el funcionamiento correcto del hígado y los riñones. Actúan como desintoxicantes hepáticos, promoviendo la eliminación de toxinas y mejorando problemas hepáticos. Gracias a su cualidad diurética, ayudan a excretar ácido úrico, favoreciendo la salud renal y previniendo complicaciones asociadas a la acumulación de esta sustancia en el organismo.
Otro de los beneficios destacados de las uvas es su elevado aporte de potasio, mineral clave en la regulación de la presión arterial y el funcionamiento del corazón. Así, su consumo regular se recomienda especialmente para personas con hipertensión, como estrategia complementaria a un estilo de vida saludable.
Para prolongar la frescura de las uvas, es recomendable almacenarlas en el refrigerador, mantener los racimos íntegros y seleccionar únicamente las que se consumirán en el momento, evitando que el resto se deteriore antes de tiempo. Recuerda consultar a un profesional de la salud antes de realizar cualquier cambio en tu dieta.
