
La miel es uno de los ingredientes caseros más utilizados en el cuidado de la piel por sus propiedades antibacterianas y humectantes; por lo que en combinación con el colágeno en polvo, se convierte en la mascarilla ideal para las líneas de expresión.
Dentro de los principales beneficios de la miel se encuentra la hidratación, pues ayuda a retener la humedad en la piel, además, también cuenta con un efecto antibacterial, por lo que es la opción perfecta para las pieles propensas al acné.
De igual forma, sus antioxidantes la convierten en el aliado perfecto para proteger el rostro de los daños ambientales, por lo que tras su aplicación se tiene un aspecto más suave y radiante.

Cabe mencionar que, por sí sola, ayuda a regenerar la piel en caso de heridas o cicatrices pequeñas, pero también se ha registrado su uso como antioxidante, pues retira las células muertas y contribuye a un cutis más liso.
Cómo crear una mascarilla rica en colágeno con miel
Ingredientes:
- Una cucharada de miel cruda, es decir, orgánica.
- Una cucharada de colágeno hidrolizado, normalmente se encuentra en tiendas naturistas.
- Dos gotas de agua de rosas.
Una vez que se tengan todos los ingredientes, se deberán mezclar perfectamente bien hasta conseguir una pasta.
Cabe señalar que la combinación del colágeno en polvo y la miel hidrata, suaviza e imprime un efecto tensor. Por sí solo, el colágeno en polvo funciona como un refuerzo directo en la piel, mientras que la miel, gracias a su efecto humectante y su acción antibacterial, potencia los beneficios sobre la superficie cutánea.

Método de aplicación:
Antes de aplicar la mezcla, se debe tener el rostro perfectamente limpio. Una vez que no existan gotas de maquillaje, se deberá aplicar la mascarilla durante 20 minutos. Al concluir el tiempo, se retirará con agua tibia.
Cabe mencionar que siempre existe el riesgo de reacciones alérgicas o irritaciones, por lo que se recomienda probar los ingredientes en una zona pequeña de la piel.
Por qué es importante el colágeno para disminuir las líneas de expresión
El colágeno es fundamental para el rostro porque sostiene la estructura de la piel y favorece su elasticidad, firmeza y aspecto joven.
Sin embargo, con el paso de los años, la producción natural de colágeno disminuye, lo que ocasiona la pérdida de tonicidad, aparición de arrugas y flacidez, por lo que se relaciona directamente con la aparición de líneas de expresión.

Es decir, cuando los niveles de colágeno bajan, la piel pierde firmeza y aparecen surcos más marcados, por lo que al aportar colágeno, se consigue que las líneas de expresión resulten menos evidentes.