
Primavera, verano, otoño o invierno, actualmente no importa qué estación del año sea, ante el reciente cambio climático que hace que una tarde de sol abrazador se convierta en un abrir y cerrar de ojos en una tormenta.
El informarse sobre el clima se ha vuelto un hábito entre muchas personas para saber qué ropa ponerse, qué calzado elegir, planear un viaje o decidir si cargar o no con un paraguas. A continuación presentamos el estado del tiempo en Ciudad de México para este jueves.
Sin importar si se aprovechará el día para dar un paseo o simplemente ir a la oficina a trabajar, conocer el clima que habrá en las próximas horas puede ayudar a evitar mojarse en la lluvia o cargar innecesariamente un paraguas y abrigo.
Para este miércoles, se prevé que en Ciudad de México habrá un 25% de posibilidad de lluvia, así como una temperatura máxima de 25 centígrados y una mínima de 15°. La nubosidad será del 60% y por la noche habrá una probabilidad del 63% de lluvias.
Cómo es el clima en la capital mexicana
Se podría pensar que debido a su ubicación geográfica y a su tamaño, la Ciudad de México tendría un clima subtropical homogéneo pero esto no es así, pues posee climas que van desde el templado hasta el frío húmedo y la tundra alpina en la parte más alta del sur.
En general, el clima es cálido y templado en la CDMX rondando entre los 22 a 27 grados; los veranos se caracterizan por tener una buena cantidad de agua pluvial, siendo junio, agosto y septiembre los meses en los que más se registran precipitaciones.
Durante el invierno, las temperaturas suelen disminuir a los cero grados en las zonas más altas de la periferia, como el Ajusco; en contraste, demarcaciones como Iztacalco, Iztapalapa, Venustiano Carranza y la Gustavo A. Madero suelen ser las más secas y templadas.
Entre los récords históricos se tiene que la última vez que nevó en la ciudad fue en el año de 1967; mientras que la temperatura más alta se registró el 9 de mayo de 1998, cuando el termómetro ascendió hasta los 33.9 grados, en tanto que la mínima ha sido la de -10 grados ocurrida el 10 de diciembre de 1972.
Debido al cambio climático la capital se ve muy golpeada por las constantes contingencias ambientales, por lo que actualmente la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema), en alianza con la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable (GIZ México) y la Iniciativa Climática de México (ICM), implementa una serie de acciones que giran en torno a la movilidad integrada y sustentable; ciudad solar; basura cero; manejo sustentable del agua y rescate de ríos; revegetación del campo y la ciudad; calidad del aire y cultura climática.

¿Qué debe incluir un seguro para proteger mi vivienda en caso de huracanes y tormentas?
La falta de preparación ante fenómenos hidrometeorológicos representa un costo diario superior a los 25 millones de pesos para las empresas mexicanas, según datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS). Entre 2012 y 2024, se pagaron en promedio 7,591 millones de pesos anuales por siniestros relacionados con tormentas, lluvias intensas e inundaciones, un incremento del 91% respecto al periodo 2001–2012.
Este panorama refleja la creciente vulnerabilidad operativa y financiera de las compañías, especialmente durante la temporada de huracanes, que se extiende hasta el 30 de noviembre, de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
El pronóstico para 2025 indica una alta actividad ciclónica, con la posible formación de entre 8 y 9 tormentas tropicales, 4 o 5 huracanes de categoría 1 o 2 y hasta 6 huracanes intensos, de categoría 3 o superior.
Ante este escenario, Eduardo Gutiérrez, Socio Director en Eikos, consultora especializada en seguros y administración de riesgos, recomienda reforzar tres pilares fundamentales: seguros adecuados, protocolos internos robustos y alianzas estratégicas predefinidas.
En cuanto a cobertura, Gutiérrez advierte que disponer de una póliza no garantiza protección suficiente; “Una póliza integral frente a fenómenos hidrometeorológicos debe contemplar al menos los siguientes elementos: cobertura por huracanes, tormentas, granizo, deslaves e inundaciones; protección frente a interrupción de actividades o pérdida de ingresos; daños a bienes en tránsito o en uso fuera de planta; gastos adicionales por reubicación temporal; remoción de escombros y limpieza; procesos preferenciales de atención de siniestros”, detalla el especialista.
Además, recomienda revisar periódicamente los valores asegurados y mantener actualizadas las ubicaciones de los activos.
Un Plan de Respuesta ante Tormentas (ERP) debe contemplar cinco etapas:
Planeación anual.
Preparación inicial y final.
Respuesta durante el evento.
Recuperación posterior, incluyendo simulacros.
Actualización constante de procedimientos.
Más allá de los seguros, los protocolos internos juegan un papel clave en la gestión de riesgos. Alicia Martínez, Subdirectora de Daños, Autos y Fianzas de Eikos, señala que “es de gran relevancia que los protocolos incluyan canales de comunicación seguros, asignación de responsables por área y mecanismos para documentar daños con el fin de facilitar la gestión con aseguradoras y reducir el impacto en la continuidad del negocio”.