
El asesinato de Camilo Ochoa Delgado, conocido como ‘El Alucín’, sacude al mundo del contenido digital y revive sospechas sobre presuntos vínculos con la facción de ‘Los Chapitos’ del Cártel de Sinaloa.
El exsicario e influencer fue ultimado la tarde del sábado 16 de agosto de 2025 en Temixco, Morelos -cerca de Cuernavaca-tras haber sido señalado públicamente en volantes por supuestos nexos con el grupo encabezado por Iván Archivaldo Guzmán.
Camilo Ochoa fue atacado a tiros en su vivienda del fraccionamiento Lomas de Cuernavaca, municipio de Temixco, Morelos. De acuerdo a reportes oficiales emitidos por la fiscalía de dicho estado, familiares reportaron disparos alrededor de las 17:00 horas. El cuerpo del creador de contenido fue ubicado en el baño, donde paramédicos confirmaron su muerte por impactos de arma de fuego.
La Fiscalía General del Estado de Morelos (FGE) confirmó el inicio de investigaciones y la colaboración con autoridades estatales y federales para esclarecer las circunstancias del crimen. Testigos señalaron que un hombre habría huido en un vehículo tras la agresión.
En la última transmisión realizada por el propio Ochoa, horas antes de su muerte, mostró la ropa que vestiría ese día. La vestimenta coincidía con la observada por las autoridades en el lugar de los hechos.

La aparición de Camilo Ochoa en los volantes de Culiacán: presunto financiero y colaborador de ‘Los Chapitos’
A inicios de 2025, el nombre y rostro de Camilo Ochoa circularon en volantes lanzados desde una avioneta en Culiacán, Sinaloa. Los documentos lo señalaban, junto a otras figuras públicas como Markitos Toys y Peso Pluma, de presuntos nexos con ‘Los Chapitos’, una de las facciones del Cártel de Sinaloa que dirige Iván Archivaldo Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Los panfletos acusaban a los mencionados de fungir como financieros y colaboradores del grupo criminal y pedían a la población dejar de seguir sus canales y redes sociales. Estos documentos listaban a 25 personas, en su mayoría músicos e influencers sinaloenses.
Desde la distribución de los volantes, seis de los señalados han sido asesinados, el último de ellos Gael Castro Cárdenas, hermano de Markitos Toys, atacado en marzo de este año en Ensenada, Baja California.
Influencer, ex sicario y voz del narcotráfico: Camilo Ochoa
Camilo Ochoa Delgado ganó notoriedad en redes sociales con su canal “Soy Camilo Ochoa”, seguido por más de 348.000 suscriptores. Su contenido abordaba temas sobre narcotráfico y el crimen organizado, e incluía testimonios de su pasado como jefe de plaza del Cártel de Sinaloa en Mazatlán, función que ejerció hasta 2014.
En pódcasts e intervenciones, narró conflictos con figuras como Dámaso López Núñez (‘El Mini Lic’), intentos de asesinato en su contra e incluso su secuestro en 2004 por el grupo criminal Los Zetas en Nuevo Laredo, Tamaulipas.

“Me toca sobrevivir, cuidarme y no equivocarme”: Camilo Ochoa previo a ser asesinado
En entrevista con la periodista Adela Micha, Ochoa relató cómo la violencia transformó su vida. Explicó que no podía crear contenido sobre viajes ni actividades cotidianas debido a la amenaza latente. “Salir a comer a un restaurante, aunque estés en otra ciudad, es peligroso”, advirtió en uno de sus videos tras el homicidio de Gail Castro, otro influencer vinculado a los volantes.
El asesinato de Ochoa se inscribe en un contexto de agresiones sistemáticas contra creadores de contenido sinaloenses. En múltiples oportunidades, el influencer denunció una campaña de amenazas y ataques que, según dijo, habría sido impulsada por el grupo ‘La Mayiza’, liderado por Ismael Zambada Sicairos (‘El Mayito Flaco’), en medio de la confrontación con la facción de ‘Los Chapitos’.
“Me toca sobrevivir, cuidarme y no equivocarme”, manifestó tras el asesinato de Gail Castro, hermano de Markitos Toys. Destacó que la ofensiva violenta no se dirige solo a miembros de organizaciones criminales, sino también a creadores de contenido, civiles y trabajadores. Lamentó que muchos de los aludidos en los volantes hayan cerrado sus redes sociales, abandonado Sinaloa o perdido la vida.
Ochoa se refirió a la falta de acción por parte de las instituciones. “Hasta que no le pase algo a alguien de las autoridades que los protegen, no van a poner atención”, expresó en su canal.

El caso de Camilo Ochoa ilustra el riesgo que enfrentan los generadores de contenido en México al abordar temas relacionados con el crimen organizado. Su asesinato no solo ha generado conmoción entre sus seguidores, sino que pone en relieve las amenazas que enfrentan quienes han sido señalados públicamente.
Ochoa era hijo de Arnoldo de la Rocha, fundador de la cadena de restaurantes El Pollo Feliz, lo que sumaba notoriedad a su figura. Tras su muerte, seguidores compartieron imágenes del sitio del crimen y mensajes de condolencias, mientras las autoridades continúan con las investigaciones.
La muerte de ‘El Alucín’ representa un episodio más en la ola de violencia contra influencers y músicos en regiones con fuerte presencia del crimen organizado que han sido relacionados con dichas organizaciones criminales.