
En medio de una conversación relajada con Ninel Conde, mientras compartían la suite del líder de La Casa de los Famosos México 3, Dalílah Polanco rompió el silencio sobre un capítulo de su vida: su relación con Eugenio Derbez. Entre risas y reflexiones, la actriz no solo rememoró cómo comenzó ese vínculo, sino también por qué decidió ponerle fin.
Polanco aseguró que su historia con Derbez ocurrió en una etapa muy concreta de su vida. “Si bien no sé, habrá sido como entre mis 30 y 35 años”, dijo.
Aunque han pasado casi dos décadas desde su ruptura, reconoce que la figura de Derbez sigue siendo mediática y difícil de desligar de la memoria colectiva.
“Es una figura fuerte, pero si lo ves a manera personal, claro, ya dices: ‘Wey, supéralo’… yo que fui la del no, ya lo superé hace años”.
La actriz recordó con ironía que incluso hay quienes parecen aferrarse más que ella a ese episodio. “Ya te pago la terapia, por favor”, bromeó, subrayando que el cierre de esa relación fue definitivo. “Jamás vamos a regresar”.
El primer encuentro
Dalílah conoció a Eugenio Derbez mucho antes de que surgiera cualquier romance. El primer cruce ocurrió en el programa Anabel, 14 años antes de comenzar a salir.
Ella tenía apenas 16 años y acudía a las grabaciones gracias a que su padre trabajaba en Televisa. En esas visitas, aprovechaba para participar como parte del público o como extra en escenas que requerían mucha gente disfrazada.
Fue Mario Bezares quien le dio su primera oportunidad con un texto frente a las cámaras. “Ahí dije: esto me gusta”. No era una vocación infantil, sino una decisión tomada ya al final de sus estudios, cuando optó por ingresar al CEA sin avisar a sus padres.
Caminos que se cruzan
Con el tiempo, y tras varios proyectos pequeños, Dalílah comenzó a trabajar en producciones de la televisora. El destino la volvió a reunir con Derbez en XH Derbez, y más tarde en La familia P. Luche, donde la convivencia hizo que la relación tomara otro rumbo.

Aunque ella sospecha que, en aquella primera etapa en Anabel, él estaba casado con Victoria Ruffo —madre de José Eduardo—, nunca fue algo que confirmara directamente. “Yo creo que sí, por los años y por la edad de su hijo”, comentó.
Un adiós sin retorno
Dalílah enfatizó que su decisión de terminar no fue impulsiva. La relación había llegado a un punto en el que, aunque la atracción y el cariño estaban presentes, las diferencias de perspectiva eran más fuertes.
“Sentía que no me querían nominar, pero me quería eliminar”, expresó con una metáfora que dejó claro que prefería cerrar el ciclo antes de que se volviera más complicado.
Hoy, la actriz ve aquel episodio con distancia y un toque de humor, consciente de que su vida siguió su curso. “Si yo, que fui la que dijo que no, ya lo superé, no veo por qué otros no”.
